Unidades militares y de inteligencia israelíes llevaron a cabo múltiples actos de agresión durante el fin de semana contra Irán y las fuerzas iraníes en Siria. Los ataques fueron las primeras operaciones militares ofensivas bajo el gobierno de ultraderecha recién instalado en Israel, a cargo del primer ministro Benjamin Netanyahu.

El sábado por la noche, un ataque con drones, probablemente organizado desde Irán por agentes israelíes, alcanzó una instalación de armamento en la ciudad de Isfahán, en el centro de Irán. A continuación, el domingo por la noche, la aviación atacó un convoy de camiones del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní que cruzaba la frontera entre Irak y Siria en dirección a Siria.

Fue difícil obtener información definitiva sobre el alcance, los daños y las víctimas de estos ataques, pero el Wall Street Journal citó una fuente militar estadounidense anónima que confirmaba la responsabilidad israelí en el ataque con drones en Isfahán.

Irán y fuentes israelíes hicieron afirmaciones contradictorias sobre los daños en Isfahán. El Ministerio de Defensa iraní afirmó que habían causado daños menores y ninguna baja, y que varios de los que denominó 'microvehículos aéreos (MAV)' habían sido derribados.

Dado el pequeño tamaño de los drones, de los que se dice que eran cuadricópteros, y la ubicación de Isfahán en el centro del país, a cientos de kilómetros de la frontera más cercana, los oficiales militares dijeron que el ataque probablemente había sido lanzado desde dentro de Irán por agentes israelíes. Agentes israelíes han llevado a cabo decenas de atentados dentro de Irán, incluidos asesinatos, atentados con bomba y otros actos de sabotaje.

La principal instalación de enriquecimiento de combustible nuclear de Irán, Natanz, se encuentra en la provincia de Isfahán, pero bastante alejada de la ciudad, y no parece haber sido objetivo de los últimos ataques. También hay una gran base de las fuerzas aéreas, un centro de investigación espacial iraní y numerosas instalaciones militares más pequeñas, entre ellas al menos un almacén o fábrica de municiones que, al parecer, fue alcanzado por el ataque del dron.

Los ataques se produjeron tras la visita a Jerusalén del director de la CIA, William Burns, para entrevistarse con funcionarios israelíes, y coincidiendo con la llegada del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que inicia el lunes una ronda de reuniones oficiales de dos días.

Y sigue a las mayores maniobras militares conjuntas estadounidenses-israelíes de la historia, celebradas en el Mediterráneo oriental y en territorio israelí, y en las que participaron más de 7.500 soldados. Entre las acciones de las que se informó estaba la de probar sistemas que serían vitales en las fases iniciales de una guerra de gran envergadura contra Irán, incluidos ataques por adelantado para derribar sistemas de defensa antiaérea y el reabastecimiento aéreo de aviones de guerra.

El Jerusalem Post escribió, en tono de regodeo:

'Los expertos señalaron que EE.UU. e Israel acaban de pasar una semana entera realizando ejercicios militares en torno a objetivos de ataque, como Irán, por lo que llevar a cabo un ataque de este tipo inmediatamente después de estos ejercicios podría estar destinado a enviar un mensaje en cuanto a su seriedad'. Estimaron que la visita del director de la CIA, William Burns, a Israel justo antes del ataque era una prueba de la necesidad de una reunión especial cara a cara entre los jefes de la CIA y del Mossad que preparaban el ataque'.

La coordinación de los ataques militares con Washington fue más allá de la simple planificación operativa. Parece probable que el objetivo dentro de Irán se eligiera en respuesta a la ayuda militar de Irán a Rusia en su guerra por poderes con la OTAN en Ucrania.

Rusia ha estado haciendo un uso intensivo de aviones no tripulados construidos en Irán en la guerra, aunque Teherán sostiene que las armas fueron enviadas antes de que comenzara la guerra como parte de una cooperación militar de larga data.

Tanto Estados Unidos como la OTAN han denunciado públicamente la participación iraní en la guerra. Con el ataque con aviones no tripulados en Isfahán, Estados Unidos e Israel parecen estar extendiendo los combates de Ucrania a Oriente Próximo.

Un alto asesor del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, hizo esta conexión explícitamente en Twitter. 'Noche explosiva en Irán', se burló Mykhailo Podolyak. 'Os lo advertí'.

Ya en su primera escala en Oriente Próximo, en el Cairo, donde se reunió con el dictador militar egipcio Abdelfatah el Sisi, Blinken reiteró la acosadora posición estadounidense de que 'todas las opciones están sobre la mesa para impedir que Irán obtenga un arma nuclear'.

En el ataque aéreo en Siria, que no ha sido confirmado por fuentes militares israelíes o estadounidenses —como es habitual en este tipo de actos de guerra ilegal— cazabombarderos atacaron un grupo de 25 camiones iraníes en el cruce de al-Qa'im en la frontera entre Siria e Irak.

La cadena Al-Arabiya, respaldada por Arabia Saudí, afirmó que los camiones habían cruzado la frontera y fueron atacados. Según medios sirios, entre los atacados había seis camiones frigoríficos. Fuentes sirias también dijeron que una reunión de iraníes también fue blanco de los ataques aéreos.

Los detalles y las implicaciones de esta guerra en expansión se harán más evidentes. Pero detrás de la agresión israelí no sólo están los intereses estratégicos del imperialismo estadounidense, sino la profunda crisis interna del Estado sionista.

El baño de sangre del jueves en Yenín, cuando las tropas israelíes en una incursión mataron a tiros a 10 palestinos, produjo un acto de represalia terrorista el viernes por la noche, cuando un palestino atacó una sinagoga en las afueras de Jerusalén, matando a siete israelíes. A esto siguieron otros actos de violencia en los alrededores de Jerusalén en los que murieron y resultaron heridos tanto israelíes como palestinos.

El nuevo gobierno de Netanyahu ha tomado posesión con la afirmación más arrolladora de los objetivos expansionistas reaccionarios de la historia de Israel. Su declaración de principios afirma el 'derecho exclusivo' del pueblo judío a Israel y a la Cisjordania ocupada, y la coalición se formó sobre la base de un acuerdo para anexionarse formalmente Cisjordania cuando Netanyahu decida hacerlo, y para legalizar las docenas de asentamientos no autorizados que hay allí, que son ilegales incluso según la legislación israelí actual.

El gobierno ya ha sido testigo de las mayores manifestaciones de oposición de la historia reciente, en las que participaron tanto judíos como árabes, contra su amenaza de neutralizar al Tribunal Supremo y asumir de hecho un poder absoluto. A ello ha seguido la masacre de Yenín, que ha provocado condiciones cercanas a la guerra civil en la Cisjordania ocupada.

(Publicado originalmente en inglés el 29 de enero de 2023)