El WSWS llama a los trabajadores de Volvo y a todos los trabajadores automotores a acudir en apoyo de los casi 3.000 trabajadores en huelga de la planta New River Valley (NRV) de Volvo Trucks en Dublin, Virginia.
Los trabajadores de Volvo han estado en huelga por más de 10 días desde que el 90 por ciento votó en contra de un segundo acuerdo tentativo promovido por el sindicato United Auto Workers (UAW). Los trabajadores están exigiendo un importante aumento salarial para compensar por las concesiones previas, un ajuste salarial automático con el coste de vida para mantenerse al ritmo del rápido aumento en los precios de los bienes de consumo, una abolición del sistema de niveles salariales y una cobertura de salud completa para los trabajadores activos y jubilados.
Los trabajadores de Volvo NRV tienen dos frentes de batalla. En primer lugar, libran una batalla contra una multinacional con más de $50 mil millones de ingresos y más de $4 mil millones de ganancias por año. La gerencia de Volvo, con el apoyo de todo el Estado capitalista, está decidida a intensificar la explotación de los trabajadores para pagar los miles de millones que les está entregando a sus mayores accionistas.
El gerente general de Volvo NRV publicó una declaración el jueves afirmando que la empresa no regresará a la mesa de negociaciones hasta que “todos tengamos claro el proceso de una nueva ronda de negociaciones”, es decir, hasta que el UAW le pueda garantizar que podrá ratificar un nuevo contrato.
Marchand añadió que lo que le pareció “más preocupante fue la tensión que el proceso está generando entre todos nosotros, que no es característica de nuestra comunidad”. Lo que realmente le parece “preocupante” a Volvo es que se está viendo obligado a tomar en cuenta la voluntad de los trabajadores. Cuando los trabajadores rechazaron el segundo contrato, Marchand declaró que le “costó entender esta acción” dado que el acuerdo había sido respaldado por “la dirigencia internacional, regional y local del UAW”.
Lo que a Marchand le “cuesta entender” es que el “proceso” tradicional de ratificación de contratos, según el cual la empresa le dice al UAW lo que quiere y el UAW lo impone con mentiras y amenazas, ha colapsado debido a la intervención de los propios trabajadores.
El jueves por la tarde, Volvo anunció que había acordado a reanudar negociaciones con el UAW el 23 de junio, es decir, en una semana. Esto deja en claro que la gerencia está decidida a aplastar la huelga con los trabajadores en los piquetes. La empresa ya canceló los seguros de salud de los trabajadores en huelga y está utilizando a la policía estatal enviada por el gobernador demócrata de Virginia para introducir a esquiroles para que continúen las operaciones.
El segundo frente de batalla es contra el propio UAW, que está haciendo todo lo posible por aislar a los trabajadores. No tiene una estrategia para la victoria, sino una estrategia para la derrota.
Respondiéndole a Marchand, el presidente del Local 2069 del UAW, Matt Blondino, publicó una declaración con promesas vacías de que el UAW estaba “esforzándose para atender las limitaciones del previo acuerdo tentativo que los miembros legítimamente quieren que sean atendidas por la empresa”. Con el rabo entre piernas, Blondino le suplica a la empresa que reinicie las negociaciones mientras se queja de que “quieren poner a prueba nuestro ánimo en la línea de huelga”.
No obstante, Blandino no dijo nada sobre qué está proponiendo el UAW que se diferencia de las “limitaciones” de los dos contratos que rechazaron abrumadoramente los trabajadores de Volvo. Tampoco quiso explicar por qué el UAW y el propio Blondino las promovieron tan agresivamente si los trabajadores consideraban “legítimamente” que no atendían sus necesidades. Lo que es más significativo es que Blondino no sugiriera que el UAW haría algo para ganar la huelga. En cambio, el UAW está haciendo todo lo posible para socavar el ánimo de los trabajadores hambreándolos y aislándolos en los piquetes.
A fin de organizar la oposición librarse del aislamiento impuesto por el UAW, los trabajadores del NRV formaron el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo (VWRFC).
El lunes, el VWRFC publicó una poderosa carta abierta al presidente internacional del UAW, Rory Gamble; el secretario tesorero del UAW, Ray Curry; y Blondino. La carta exige que el UAW explique cuál es la diferencia entre lo que le está proponiendo a la empresa y los dos acuerdos que fueron rechazados abrumadoramente. También exige que el UAW explique por qué les pagará un sueldo de pobreza de $275 semanales durante la huelga, a pesar de los inmensos recursos del UAW.
La carta subraya el aislamiento de la huelga por parte del UAW. Señala que la página de Facebook del UAW International no ha publicado ni un solo aviso de la huelga y que los trabajadores en otras plantas, incluyendo automotrices, han dicho que no sabían al respecto. “Se hacen pasar por nuestros representantes”, dice la carta abierta, “pero vemos que sus acciones en todos los frentes socavan nuestra huelga”.
En su esfuerzo para aislar la huelga, Volvo y el UAW cuentan con la ayuda crucial de la prensa y toda la élite política, desde la derecha hasta la pseudoizquierda. El New York Times, el principal vocero del Partido Demócrata, no ha publicado ni un solo artículo sobre la reanudación de la huelga este mes. Tampoco lo ha hecho el Washington Post, que incluye a Virginia como parte de su cobertura local. Los noticieros televisivos y por cable tampoco han reportado la huelga. La revista Jacobin, afiliada con una facción de los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés) no ha escrito al respecto y la organización no se ha declarado sobre el tema.
Es la clase obrera la que necesita organizar el apoyo para los trabajadores de Volvo NRV. Esto comienza por los trabajadores de Volvo y Volvo-Mack en Maryland, Pennsylvania y Virginia. El UAW está manteniendo a 3.500 trabajadores en las líneas de producción de Volvo-Mack incluso cuando la empresa ha comenzado a despedir a trabajadores por la escasez de autopartes causada por la huelga en NRV.
Volvo es una empresa internacional, con operaciones en Europa, Asia, Latinoamérica, Oriente Próximo y África. Es necesario avisar a los trabajadores de Volvo en todos los países sobre la lucha de sus hermanos y hermanas en Dublin, Virginia.
El apoyo debe extenderse a todos los trabajadores automotores, quienes enfrentan las mismas condiciones. Cuando se les informa de la huelga en Volvo, los trabajadores de las tres grandes automotrices [Ford, GM y Stellantis] y las autopartistas expresan un apoyo completo y el deseo de una lucha conjunta. Las noticias de la lucha en NRV necesitan difundirse lo más ampliamente posible, rompiendo el apagón impuesto por el UAW y la prensa.
Es más, la huelga en Volvo es parte de una serie de luchas en todo EE.UU. que reflejan un malestar y una rebelión cada vez mayores, incluyendo los mineros del carbón de Warrior Met en Alabama; las enfermeras en Worcester, Massachusetts; los trabajadores siderúrgicos de ATI en Pennsylvania y otros estados. En Beaumont, Texas, los trabajadores petroleros de ExxonMobil han sido objeto de un cierre patronal ante su lucha por preservar sus empleos y tener condiciones seguras de trabajo.
En todos los casos, los sindicatos —el United Mine Workers of America (UMWA), la Massachusetts Nurses Association (MSA) y el United Steelworkers (USW)— están empleando los mismos métodos que el UAW. Están aislando las luchas mientras no les dicen nada a los trabajadores sobre la huelga que estalló en Volvo. Esto se debe acabar.
La respuesta de la clase gobernante a la pandemia, el masivo aumento de la desigualdad social y el aumento en el costo de los bienes básicos está alimentando una intensificación de la lucha de clases en todo el mundo. Los mineros en Canadá están involucrados en una huelga contra Vale Inco tras rechazar un contrato promovido por el USW. En India, los trabajadores automotores están involucrados en huelgas para frenar la producción ante la propagación de la pandemia de coronavirus. Los mineros en distintas partes de Latinoamérica han hecho huelga contra las condiciones inseguras.
Al organizar un comité de base independiente, los trabajadores de Volvo han creado un nuevo poder en NRV, el de los propios trabajadores. Esta iniciativa debe expandirse a todo Volvo, la industria automotriz y más allá, tanto en EE.UU. como internacionalmente, para desarrollar en la clase obrera una contraofensiva unificada contra la explotación capitalista y la desigualdad.
¡Hay que romper el aislamiento de la huelga de Volvo!
El World Socialist Web Site llama a todos los trabajadores a distribuir la carta abierta del Comité de Base de los Trabajadores de Volvo lo más ampliamente posible. Envíensela a sus compañeros de trabajo, amigos y familiares y publíquenla en redes sociales. Envíen mensajes de apoyo al volvowrfc@gmail.com. Contacten al WSWS para recibir asistencia en la formación de un comité de base en su lugar de trabajo.
(Publicado originalmente en inglés el 17 de junio de 2021)
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