Las empresas maquiladoras de autopartes y otros productos en México están despidiendo a trabajadores como represalia por iniciar una ola de huelgas espontáneas o “salvajes” que frenó la ciudad fronteriza de Matamoros. Los despidos son un intento desesperado para bloquear el crecimiento del movimiento huelguístico, el cual ya se expandió a otras ciudades de la frontera y el interior del país.
El presidente para el estado de Tamaulipas de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) le dijo a Expreso el jueves que ya han sido despedidos 4.000 trabajadores desde que las huelgas comenzaron.
Si estos despidos no son revertidos, las empresas sumirán a decenas de miles de trabajadores y sus familias en una condición desesperada de pobreza.
Los trabajadores matamorenses quieren que sus contrapartes estadounidenses y canadienses sepan sobre la masacre de empleos. Hablando con el Boletín de Trabajadores Automotores del World Socialist Web Site, Juan, un trabajador de Autoliv dijo, “Pues solo al principio corrieron como a 100 personas”.
Una trabajadora de Autoliv dijo que no se ha ofrecido ninguna información sobre la magnitud de los despidos. “Solo que siguen las represalias, por ejemplo, ya por todo quieren correrte y va dirigido a los que lideraron los paros el mes pasado. Hay más presión laboral y subieron la producción”.
Las empresas están emprendiendo contra los trabajadores identificados con encabezar las huelgas. Rosalinda, una trabajadora de Kearfott que fue despedida junto a 30 otros trabajadores militantes, le dijo al WSWS, “Estoy con mayor tranquilidad mental. El ambiente en mi trabajo era hostil y pesado, me siento libre, pero con muchas preguntas sobre el futuro de la industria y el nuestro más que nada”.
Dijo que, en Kearfott, una de las empresas que amenazó con cerrar la planta pero sigue operando, “mañana harán más despidos y serán compañeros que anduvieron en la huelga. Esto lo sabemos porque muchos accesos a internet y oficinas en la planta fueron cerrados para ellos. A nosotros que nos despidieron primero nos hicieron lo mismo y el trato hacia nosotros fue hostil por parte de empleados de confianza y el sindicato que apoyaron a la empresa.
“Nuestro sindicato nos abandonó y permitió que nos boletinaran para no conseguir empleo”.
La práctica de “boletinar” ha sido reportada por muchos despedidos en Matamoros, indicando que las empresas han hecho listas negras secretas que previenen que los que participaron en las huelgas sean recontratados.
En Inteva, un trabajador le comentó al WSWS, “Pienso que sí van a despedir personal de las empresas, pero nada que nos acobarde… Son cartas sobre la mesa y hay que ver quién las juega mejor, ellos o nosotros”.
La semana pasada, un trabajador de Polytech escribió en redes sociales, “Están contratando bastante gente para correr a los paristas y cambiar de razón social para más adelante bajar los salarios. Esta semana han corrido a mucha gente”.
El 16 de febrero, en Industrias Tricon, varios trabajadores denunciaron que los guardias de seguridad estaban entrando en baños y pidiendo números como intimidación. Un obrero fue reportado por la gerencia cuando le dio un hueso a un perro durante un descanso, en violación a una política inventada contra “desperdiciar comida”.
“Buscan cualquier cosa para correr gente y no dar le bono. Sobre el tema del bono de 32 mil, lo darán en 4 partes. Y por cada depósito de 8.000 se descontarán 2.000 de impuesto”, escribió un trabajador de Tricon.
En Parker, inmediatamente después de firmar el bono y el aumento, la empresa despidió presuntamente a más de 100 trabajadores. Los trabajadores respondieron denunciando a la empresa: “Nos están corriendo al 60 por ciento o menos, nosotros queremos que nos den lo que nos corresponde. Además, nos dijeron querían su bono, ahí está, es lo único que van a recibir”.
Alrededor de 250 trabajadores automotores que participaron en las huelgas espontáneas iniciales en Tridonex fueron despedidos a fines de enero, sin darles el bono que finalmente acordó la maquiladora.
Las empresas también están amenazando con castigar a toda la ciudad, desplazando la producción y cortando 50.000 puestos de trabajo.
Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, declaró, “Con esos acuerdos, [las empresas] no ven continuidad para las plantas en un mediano o largo plazo, por eso ya están pensando llevarlas a otras partes de México o del mundo”.
Hubo 800 despidos en Joyson Safety Systems (antes KSS), la mayor planta de volantes del mundo, después de que la huelga comenzara a mediados de febrero. La planta embotelladora de la Coca Cola en huelga también anunció que cerraría la planta y despediría a sus 700 trabajadores. Los huelguistas han ocupado las instalaciones y están tomando control militantemente de los camiones y bloqueando los enviados por la Coca-Cola de otras ciudades.
El Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS hizo campaña en las plantas de autopartes en Michigan para exigir que todos los trabajadores despedidos en México sean reinstalados. Muchos trabajadores estadounidenses y canadienses dieron declaraciones de apoyo a los trabajadores en Matamoros que fueron victimizados.
Un joven trabajador de Ford en el área de Detroit dijo, “Es bueno escuchar que las huelgas se están expandiendo en México. Los han explotado por demasiado tiempo y es bueno que estén luchando de vuelta. Les digo, sigan su lucha y manténganse fuertes. Lo que ustedes están atravesando ocurrió en las décadas de 1920 y 1930. No los desmovilizaron en ese entonces y no lo harán ahora.
“En todo el mundo, los trabajadores de estas empresas transnacionales están diciendo basta. Han visto las huelgas en Europa y las protestas de los chalecos amarillos en Francia. Yo apoyo a todos los que quieren una mejor vida. Los trabajadores dicen que les estamos generando todas estas ganancias a las empresas y queremos parte de eso”.
Un trabajador de Oshawa en una de las plantas de GM cuyo cierre está programado este año llamó a una huelga conjunta de todos los trabajadores automotores de ensamblaje y autopartes de toda América del Norte. “Necesitamos golpear a GM donde les duele y mostrarles que tenemos que sustentarnos a nosotros mismos y darles de comer a nuestras familias”. El trabajador reportó que el turno de la tarde en su planta fue enviado temprano a casa porque las huelgas en México ocasionaron una falta de volantes.
Un trabajador de Fiat-Chrysler en Windsor, Ontario, dijo, “Cada día, me despierto y digo, espero que los trabajadores de toda América del Norte sean tan valientes como en México. Soy italiano. Cuando cualquier persona dice algo sobre las razas o nacionalidades, me molesto.
“Les diría a los trabajadores en México, ¿quieren una mejor calidad de vida? Tienen que ponerse en pie de lucha y comenzar por algún punto”. El trabajador estaba muy disgustado ante los intentos de los sindicatos de envilecer a los trabajadores mexicanos llamando a un boicot de vehículos de GM hechos en México. “Lo que Unifor está haciendo es un crimen de odio. ¿Están encima de la ley? Cómo pueden permitir lo que ocurrió en el mitin en Windsor con la mujer que llevaba un sombrero” en burla de los trabajadores mexicanos.
“Creo que Unifor sabía de los cierres de planta hace cuatro años. Los comerciales [llamando a un boicot de vehículos mexicanos] son asquerosos. Unifor no va a salvar nada. Lo que nos divide es la clase. Miren a estas corporaciones. Miren los miles de millones de dólares que ganan. Están culpando a México por el cierre de la planta de Oshawa. ¡No! El dinero va a sus accionistas”. El trabajador dijo que la planta de Fiat-Chrysler en Windsor también suspendió sus labores intermitentemente por falta de autopartes.
“Estuvimos suspendidos toda la semana pasada. Esta semana nos dijeron que nuestra producción iba a ser reducida. Estoy seguro de que se debe a las partes. No nos quieren decir nada sobre las huelgas en Matamoros porque no quieren que comencemos una revolución aquí”.
(Publicado originalmente en inglés el 2 de marzo de 2019)