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Muerte de Jacoby Hennings remarca la colusión entre el sindicato UAW y las compañías automotrices en EUA

La muerte de Jacoby Marquis Hennings, de 21 años de edad, en la planta de Ford Woodhaven Stamping en Michigan el 20 de octubre destapa la luz sobre las opresivas condiciones de los empleados temporarios y de tiempo parcial (TPTs, por sus siglas en inglés) en la industria automotriz.

La policía dice que el joven trabajador murió de un disparo autoinflingido después de que oficiales lo confrontaran afuera de una oficina del sindicato dentro de la planta. Hennings, cuyos padres ambos trabajan en Chrysler, aparentemente fueron al sindicato automotriz UAW (United Auto Workers, Trabajadores Automotrices Unidos) para pedir ayuda luego de que un supervisor lo disciplinara a él y lo enviara a casa por, según se reporta, haber llegado tarde al trabajo.

Además de trabajar en Ford, Hennings trabajaba otro empleo a tiempo parcial en la planta de ensamblaje Warren Truck de Chrysler –-a 59 kilómetros de distancia— y, según sus colegas de trabajo, estaba preocupado de que pudiera perder su trabajo cuando Fiat Chrysler Automobiles (FCA) retirara la producción de su exitoso modelo pickup Ram de la planta en los subsiguientes meses.

Jacoby Marquis Hennings

Aunque tienen que pagar cuotas sindicales –equivalentes a dos horas de paga cada mes y, en el caso de Jacoby Hennings, $60 o más por mes por tener dos empleos—, los TPTs no tienen seguridad laboral, pueden ser despedidos a voluntad, siendo explotados por años sin jamás alcanzar la meta del empleo a tiempo completo, pese a que la compañía y el UAW siempre se los prometen.

“Los TPTs son constantemente acosados”, le comentó Rob, un trabajador de la planta Jeep de Fiat Chrysler en Toledo, Ohio, al Boletín de los Trabajadores Automotrices del WSWS. “Este pobre chico debió haber estado completamente estresado trabajando dos empleos automotrices al mismo tiempo. Tenemos ahora una cultura patrocinada por el UAW de trabajar hasta morir”.

“En vez de contratar nuevos trabajadores de tiempo completo, las compañías contratan TPTs y los enganchan con promesas de que tendrán empleos a tiempo completo. En nuestra planta, tomó 12 años para que los TPTs contratados en el 2001 obtuviesen el tiempo completo. Aunque los TPTs pagan cuotas, el contrato indica que el UAW no puede hacer nada si son despedidos a menos que sea por cuestión de raza, género o alguna otra clase de discriminación”.

“Me tomó seis años obtener el tiempo completo. Ellos solían gritarnos y culparnos por todo si nuestro equipo no construía la parte de la que ellos se quejaban. Éramos los parias, todo lo que salía mal era nuestra culpa porque no podían gritarle a los de tiempo completo. Era como un campo de entrenamiento militar, excepto sólo que el ejército es más amable”.

El UAW acordó primero a la creación de una nueva sub clase de trabajadores automotrices en los denominados contratos transformacionales del 2007. Esto estableció por primera vez una estructura de salario de dos niveles, limitándose entonces a “funciones no centrales” –como movimiento de material—, en el cual los trabajadores obtendrían un salario inicial de US$14 la hora, o 50 por ciento menos que los trabajadores contratados antes del 2007.

Los contratos también sancionan el reemplazo de decenas de miles de “trabajadores heredados” por TPTs, expulsándolos por medio de una combinación de intolerable presión para acelerar el trabajo, supuestas jubilaciones voluntarias y adquisiciones. En vez de ser transformados en trabajadores de tiempo completo luego de completar un período de prueba de noventa días, estos TPTs podrían trabajar indefinidamente sin realizar ningún progreso hacia conseguir beneficios de antigüedad o el estatus de tiempo completo.

Por realizar este trabajo, se le entregó al UAW el control de un nuevo fondo jubilatorio para el cuidado de salud, conocido como la Asociación Beneficiaria de Empleados Voluntarios (VEBA, siglas en inglés). Éste recibiría después miles de millones de dólares en efectivo y acciones corporativas volviendo, de esta manera, al fondo creado por el sindicato en el accionista más grande de GM y Chrysler.

Durante la reestructuración de GM y Chrysler después de sus bancarrotas, la Administración Obama y los financistas de Wall Street puestos a cargo de su Cuerpo Especial Automotriz exigieron una nueva serie de concesiones como condición para un rescate financiero del gobierno federal. Esto incluía imponer salarios de dos niveles a todos los nuevos contratados, sin importar sus cualificaciones laborales, además de una expansión adicional de trabajadores temporarios y de tiempo parcial.

En el resumen del contrato acordado, el UAW declaró: “Para aumentar la eficiencia operacional, el sindicato y la compañía han acordado que el uso de empleados temporarios y de tiempo parcial (TPTs) pueda ser extendido más allá de los lunes, viernes y tiempos premium, para poder encarar circunstancias especiales si es que surgen.

“Junto a esto, para ahorrar costos requeridos por los términos de préstamos federales a Chrysler, las partes acuerdan que las futuras contrataciones de empleados TPT estarán en la tarifa del TPT Miembro del Equipo de Soporte (TMS) 2 vigente el 5 de enero del 2009. Se congelarán los incrementos salariales por la duración del Acuerdo Nacional UAW-Chrysler del año 2007. Los empleados TPT no serán elegibles para bonos de rendimiento ni ningún derecho de vacaciones. Cualquier desviación de estos términos está sujeta a la aprobación del vicepresidente del UAW”.

El vicepresidente del UAW para Chrysler en aquel momento era el ya fallecido General Holiefield, quién, según fiscales federales, recibió millonarios sobornos de parte de ejecutivos de Chrysler para que firmase acuerdos “beneficiosos para la compañía”. En los años que siguieron, amplias sospechas surgieron de que Holiefield y otros funcionarios de la UAW estaban vendiendo nuevos empleos como parte de las corruptas operaciones del Centro de Entrenamiento Nacional UAW-Chrysler.

En el 2011, el UAW firmó un acuerdo de cuatro años que institucionalizaba el sistema salarial y de beneficios de dos niveles, mantenía a los TPTs en una interminable rueda de andar sin estatus de tiempo completo y no contaba a los TPTs ni a los trabajadores de Reemplazo de Vacaciones de Verano (SVR, siglas en inglés) como parte del límite de 25 por ciento de trabajadores de “nivel entrada” que supuestamente entraba en vigencia en setiembre del 2015.

Por el 2015, el UAW retiró todos los límites de contrato a todos los trabajadores de bajos salarios de segundo nivel, de esta manera expandiendo ampliamente el número de TPTs que las compañías automotrices podían explotar, y le otorgó a las compañías un mayor poder para volver a los trabajadores de tiempo completo en TPTs. La creación de una fuerza laboral ampliamente desechable, que incluía a jóvenes trabajadores como Jacoby Hennings, fue parte de un plan apoyado por el UAW para permitir que los jefes automotrices pudiesen disminuir rápidamente sus fuerzas laborales sin tener que pagar Beneficios de Desempleo Suplementarios (SUB, siglas en inglés) ni otros beneficios.

La traición del 2015 provocó una rebelión de los trabajadores de base y el Boletín de los Trabajadores Automotrices del WSWS emergió como un centro de oposición, lo que obligó al UAW a denunciarlo como la obra de “agitadores externos” y proveedores de “noticias falsas”. Por primera vez en 33 años, los trabajadores rechazaron un contrato nacional apoyado por el UAW; un analista industrial lo llamó un “movimiento de bases conformado por miembros del UAW alienados y armados con celulares inteligentes y canales de redes sociales”.

El UAW solamente fue capaz de empujar los contratos en FCA, GM y Ford por medio de una campaña de intimidación, mentiras y directamente de fraude electoral. Como lo advirtió el WSWS, los contratos fueron seguidos por una nueva ola de despidos y recortes de la fuerza laboral, facilitada por el UAW.

Funeral de Hennings el sábado pasado

La muerte de Jacoby Hennings ha tocado una fibra sensible. Miles han compartido los artículos del Boletín de Trabajadores Automotrices sobre la muerte del joven. A continuación presentamos una selección de comentarios por parte de trabajadores cuyas identidades estamos protegiendo para prevenir represalias por parte de la gerencia y el UAW.

T declaró: “No, el UAW no trabaja en nombre de los obreros, ellos trabajan para la compañía por supuesto. El día 89 antes de mi día 90 llegué al trabajo para marcar mi entrada pero me dijo mi líder de equipo que me reportara a Recursos Humanos y no marcara todavía. Fui a RR.HH. y descubrí una oficina llena de personas. Pregunté por qué estaba ahí y me hicieron sentar con el presidente del sindicato y me dijeron que estaba despedido. Pregunté por qué y me dijeron que tuve una ocurrencia. Les dije que era porque había salido temprano en mi turno con la aprobación de mi supervisor y mi representante sindical porque mi abuela que tiene más de 80 años se enfermó, fue hospitalizada y casi pierde su vida”.

“Traté de llevarlo a arbitraje. Después de un largo tiempo fuera, sin ninguna paga no pude obtener de vuelta mi empleo porque añadieron una segunda ocurrencia cuando estuve 3 días afuera por pérdida de un ser querido. Esto me rompió el corazón porque mis 90 días de trabajo fueron en realidad 179 días porque tuvimos 90 días con la oficina de trabajos temporales y otros 89 después nos dieron finalmente los papeles de contratación”.

“Contemplé acabar mi propia vida. Estaba muy deprimido porque no podía darle nada a mi familia durante las festividades. Si no tienes regalos para tus hijos tú los miras en sus rostros con un sentimiento de desesperación e impotencia. No fue un buen sentimiento y hasta este día lloro porque finalmente pensé que por primera vez en mi vida tenía la posibilidad de lograr un cambiar por mi familia”.

Otro trabajador escribió: “Soy un empleado para los Tres Grandes [GM, Ford y FCA] y el sindicato está definitivamente trabajando con las compañías contra sus empleados. He estado aquí 18 años y he experimentado todo tipo de injusticias, desde ser despedido dos veces –una mientras estaba afuera por razones médicas y la segunda vez debido a un jefe que quería subir la escalera corporativa a expensas de mí— a todas las heridas que uno acumula durante los años que ellos hacen que sean tu problema, no el de ellos”.

“A ellos no les importa nada excepto sus números. Los políticos han cambiado las reglas para que estas compañías no tengan que ser las responsables. Entiendo totalmente de dónde vienen los comentarios de todo el mundo, te sientes impotente y empujado hacia una esquina y la gente a la que pagas para que te ayude no tiene ningún interés en ayudarte, no realmente. Yo mismo estuve a punto del suicidio por todas las cosas que me hicieron pasar. Perdí todo cuando tomaron mi trabajo y la única cosa que me dieron fue compartir las acciones. El sindicato tuvo el atrevimiento de decir que la compañía no te dará de vuelta tu trabajo ni tu salario atrasado”.

AY declaró: “Leer sobre este joven hombre fue conmovedor y triste. Tengo un nieto que tiene la edad de Coby y un hijo que trabajó para Chrysler durante la bancarrota de UAW y los Tres Grandes. ¿Quién usó esa oportunidad para herir, hostigar y engañar a aquellos jóvenes negros para su ventaja? ¿Quién toma la responsabilidad por esta tragedia?”.

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