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Trabajadores de Amazon en Canadá reciben bajos salarios, son apresurados constantemente

Un equipo de reportaje del World Socialist Web Site visitó el centro de distribución de Amazon en Brampton, Canadá, una ciudad no muy lejos de Toronto, provincia de Ontario, para distribuir un anuncio de la puesta en marcha del boletín Voz Internacional de los Trabajadores de Amazon (VITA). Nuestros reporteros hablaron con varios de los obreros sobre sus experiencias con la corporación.

Un joven trabajador, Amir, que ha estado en esta planta de Amazon por tres semanas comentó que le “parece a veces muy interesante y a veces incómodo”. Como muchos jóvenes en el centro, tiene un contrato temporal. “Voy a estar sólo un mes y luego vuelvo a la Universidad”, dijo.

Mohammed, otro trabajador que ha estado ahí 10 meses, explicó: “Yo estuve de entrenador antes, pero ahora estoy trabajando en planta resolviendo problemas. Gano $13,90 por hora, que no es suficiente para vivir”.

Expresó que espera conseguir una promoción que le permita llegar a “$6000-$7000 por mes, más bonos”. Amazon es notorio por presionar a los trabajadores a tomar mayores cargas de trabajo con la promesa de que recibirán bonos, sin importarles cómo pueda afectar su salud y bienestar.

El centro de distribución de Amazon en Toronto, Ontario

Sadya, una trabajadora inmigrante, explicó cómo funcionan los objetivos de embalaje. “Los objetivos siempre cambian y usualmente hacia arriba. Así que empezamos con 8, y luego 9, 10 y luego estamos llegando a 11 y así sabemos que tenemos que trabajar más duro. A veces si tu ritmo es bajo, cambian gente de aquí para allá. Creo que debería ser más bajo”, dijo.

Explicó que el trabajo extra es común. “Me piden horas extra y, a veces, tienen horas extra obligatorias”, añadió.

Varios trabajadores hablaron sobre cómo los tercerizan a través de la empresa de gestión de personal SMX, la cual contrata a personas para que trabajen en Amazon. SMX toma una cuota de los salarios, ocultándole a los trabajadores cuánto es que Amazon está pagando realmente por su trabajo. “Amazon paga más y SMX nos paga menos, pero no sé cuánto”, reclamó un trabajador.

Mark, quien nació en Filipinas, ha trabajado en Amazon durante cuatro años hasta llegar al nivel más alto de salarios de $19 la hora. “Trabajo 40 horas a la semana, pero a veces hay horas extras. Muchos trabajadores llegan aquí por trabajo y comienzan con la agencia SMX, pero no sé cómo funciona”.

Brampton tiene una población de inmigrantes alta. Según cifras del 2016, el 40 por ciento de sus residentes son de origen del sur de Asia. La población total se ha más que duplicado desde 1990 hasta sobrepasar los 600 000 habitantes.

El financiamiento de servicios sociales no se ha mantenido con el ritmo de crecimiento de la población. Un reciente informe de la organización United Way señala que el 17 por ciento de las familias en la región de Peel, donde se encuentra Brampton, viven en la pobreza. Esto significa que más de 222 000 personas en la región no pueden pagar por un techo y alimentos de forma diaria. El desempleo juvenil en Brampton es alto, de 20 por ciento, y la pobreza infantil se sitúa en 16 por ciento. El colapso de la industria manufacturera ha dejado a muchas personas trabajando a tiempo parcial o por contingencia, estancando o reduciendo el nivel de salarios ante costos cada vez más altos para cubrir las necesidades básicas.

Bajo tales condiciones, varios trabajadores expresaron su satisfacción de tener un empleo del todo. Alina, quien ha estado trabajando en recursos humanos durante los últimos siete meses, dijo, “Me gusta mi trabajo. No lo considero una condena por el resto de mi vida así que estoy tratando de hacer que funcione”. Otro trabajador agregó, “Ya tengo 43 años; tengo que pensar positivamente para mi corazón y mente, ¿sabes?”.

Un trabajador inmigrante de mayor edad, quien había estado trabajando en Amazon por mucho tiempo expresó estar particularmente molesto por su situación y ansioso por que un sindicato se establezca y pueda ayudarles a ganar mejores condiciones.

Estos sentimientos son entendibles; las condiciones de explotación que sobrellevan los trabajadores de Amazon día a día son brutales. Sin embargo, los sindicatos no representan una forma de avanzar ya que, en las últimas tres décadas, se han se transformado en apéndices de la gerencia de las empresas y el Estado, imponiendo por la fuerza ataques contra los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores que pretenden representar. En lugares como Brampton y sus alrededores, han protagonizado decisivamente el asalto contra los que antes eran empleos relativamente bien remunerados y estables en el sector manufacturero, incluso automotriz.

Frente a la globalización de la producción, el nacionalismo promulgado por los sindicatos sólo ha conseguido enfrentar a los trabajadores unos contra otros en una carrera hasta el fondo. Cada burocracia sindical compite por atraer inversiones como contratistas de personal para las corporaciones globales.

Los trabajadores se están enfrentan a una lucha internacional y, en un conglomerado activo globalmente como Amazon, esto se manifiesta con una nitidez extrema. Estas condiciones exigen la adopción de una nueva perspectiva de lucha política, basada en una ruptura decisiva con los sindicatos y sus partidarios políticos, la formación de comités de acción independientes que combatan por mejores salarios y condiciones pero que lo hagan como parte de una lucha política con base en un programa socialista e internacionalista.

La Voz Internacional de los Trabajadores de Amazon tiene como objeto precisamente llevar esta perspectiva a los trabajadores de Amazon de todo el mundo.

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