Maestros de Chicago: ¡únanse al movimiento de las bases en defensa de la educación pública! Contacten el comité rellenando el siguiente formulario.
El 9 de octubre, Acero Schools, una red de escuelas concertadas dentro del distrito escolar de Chicago (CPS; Chicago Public Schools), anunció el cierre de siete de sus 15 escuelas. Este brutal ataque contra la clase trabajadora de Chicago significaría el cierre de Cruz, que va de kindergarten a duodécimo grado, así como seis escuelas primarias: Fuentes, Santiago, Casas, Paz, Cisneros y Tamayo.
El Comité de Base de los Educadores de Chicago (CERFC; Chicago Educators Rank-and-File Committee) declara, ¡basta, no más cierres de escuelas! No aceptaremos los intereses lucrativos detrás de esta decisión. Urgimos a los educadores, padres y estudiantes a que se unan a nuestro comité y tomen la iniciativa de detener estos cierres.
Este combate hallará un apoyo inmediato de los educadores que enfrentan recortes draconianos en casi todos los distritos a nivel nacional. El CERFC forma parte de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, que está encabezando la lucha en defensa de la educación pública en todo el mundo.
Los cierres en Acero son solo el comienzo en Chicago. El CPS enfrenta un déficit presupuestario de $1 mil millones para este año y el próximo. Si Acero y el alcalde demócrata Brandon Johnson logran cerrar estas escuelas, CPS ya tiene en la mira 100 más que serán objeto de consolidación o cierre. ¿Cuántos educadores perderán sus trabajos? Tal como están las cosas, los maestros de Chicago, que durante mucho tiempo han sido mal pagados, están trabajando sin contrato y se están quedando cada vez más atrás de la inflación.
Johnson y los demás demócratas nos dicen que tenemos como opciones recortes escolares inmediatos o la bancarrota del distrito con un préstamo de alto interés que se pagará con recortes aún mayores más adelante. Johnson, que está trabajando mano a mano con el sindicato Chicago Teachers Union (CTU), aboga por el préstamo y afirma que sus oponentes siguen la misma línea racista de los confederados [que defendieron la esclavitud durante la guerra civil].
Todo esto es una cortina de humo para distraer de la verdadera causa de la bancarrota de las escuelas de Chicago. La educación pública está siendo privada de recursos, mientras que miles de millones se están canalizando hacia las guerras en rápida expansión de Estados Unidos. El carnicero israelí Netanyahu solo tiene que extender su mano, y el Gobierno de Biden/Harris enviará más bombas de 900 kg para llevar a cabo el exterminio del pueblo palestino. Ahora, Estados Unidos está proporcionando a Israel un sistema antimisiles THAAD a un costo de $23 mil millones, junto con personal militar estadounidense en servicio activo para operarlo. Pero, se nos dice, “no hay dinero” para las escuelas.
La defensa de la educación pública no puede librarse sin una lucha política contra la guerra imperialista, el sistema capitalista que requiere estas guerras y sus dos partidos políticos.
El ataque a las escuelas de Acero, que va dirigido contra algunos de los estudiantes más vulnerables de la ciudad, demuestra cómo los demócratas y los republicanos están en contra de la clase trabajadora. Muchos estudiantes de Acero provienen de familias migrantes que fueron trasladadas en autobús a Chicago por el gobernador fascista de Texas, Greg Abbott.
A pesar de sus lágrimas de cocodrilo por los “niños negros y marrones”, el alcalde Johnson tenía a muchos de estos niños migrantes alojados en “refugios” que incluían almacenes y vestíbulos de estaciones de policía. Al menos un niño, Carlos Martínez Rivero, murió de múltiples infecciones que circulaban en esas condiciones inhumanas. El CPS debería ampliar sus servicios a las familias migrantes en todo el distrito, incluido el apoyo lingüístico bilingüe, la nutrición y los centros de salud en todas las escuelas.
El Comité de Base de Educadores de Chicago se está uniendo con educadores –negros, blancos e hispanos— que enfrentan exactamente las mismas luchas a nivel nacional e internacional. La eliminación del Fondo de Ayuda de Emergencia para Escuelas Primarias y Secundarias (ESSER; sigla en inglés) bajo Biden y Harris ha provocado crisis en los distritos escolares de todo Estados Unidos. Los expertos han pronosticado que 384.000 docentes perderán sus empleos durante el próximo año o dos, amenazando la existencia misma de la educación pública en los Estados Unidos tal como la conocemos. No faltarán las luchas y los maestros de Chicago encontrarán aliados en toda la clase trabajadora.
La historia muestra que el CTU está en el bando contrario
El sindicato CTU tiene una larga historia de traicionar a los maestros de Acero. Sus contratos siempre han sido peores, históricamente involucrando más horas y recibiendo salarios más bajos. En 2018, los educadores de Acero lanzaron la primera huelga de maestros contra un operador de escuelas concertadas o “chárter”. Los maestros mostraron una inmensa determinación para luchar por mejores salarios, clases más pequeñas y recursos para educación especial.
Después de un mes, el CTU aisló a los maestros y finalizó la huelga. Dos contratos más tarde, los educadores de Acero siguen trabajando más horas y por menos dinero que los del CPS. La remuneración paraprofesional sigue siendo baja y el tamaño de las clases de 30 (o más) sigue manteniendo bajos los estándares educativos. Acero deliberadamente mantiene una carencia de persona en las escuelas como parte de su modelo de negocio. La traición del CTU en 2018 le dio a Acero una mano libre.
En 2023, los educadores de Acero nuevamente mostraron su determinación de luchar votando abrumadoramente a favor de una huelga, con una mayoría de 95 por ciento. Un 100 por ciento votó a favor de la huelga en algunas escuelas como Tamayo (que está en la lista de cierres). Haciendo caso omiso de este mandato abrumador, la dirección del CTU se negó a convocar una huelga. En cambio, solo dos semanas antes del final del año escolar, el aparato sindical presentó un acuerdo que contiene aumentos por debajo de la inflación y una cláusula de no huelga, que ahora está vigente a medida que Acero cierra siete escuelas.
El 9 de octubre, el CEO de Acero, Rodríguez, anunció los cierres propuestos, señalando específicamente la feroz oposición de los educadores al acuerdo propatronal de 2018. La respuesta del aparato del CTU ha sido pedir a sus miembros que apoyen una petición a Rodríguez y a la Junta Ejecutiva de Acero, y que hagan campaña a favor de los candidatos a la Junta Escolar respaldados por CTU. En un memorando reciente, la CTU afirmó que negociará los cierres, reuniéndose con Acero en noviembre.
Esta no es una batalla; es una capitulación completa. El CTU está dedicado a bloquear la movilización necesaria de educadores y padres. Francamente, la burocracia del CTU solo ha “luchado” para mantener su asiento en la mesa y hacer los recortes junto con los agentes de la patronal. La burocracia sindical tiene la intención de seguir el mismo libro de jugadas que en 2012-13, cuando colaboró con Rahm Emanuel en el cierre de 49 escuelas primarias.
La Junta Ejecutiva de Acero incluye al diputado estatal del Partido Demócrata, William D. Burns, además de abogados y ejecutivos corporativos. Los maestros deben rechazar la idea de hacer una súplica inútil ante el afán de lucro de estas figuras. Debemos en cambio orientarnos a una fuerza exponencialmente más poderosa: a la clase trabajadora de Chicago y a los educadores de base y trabajadores escolares en Chicago y en toda la región, y de hecho en todo el país e internacionalmente.
Los educadores del CPS pueden y deben tomar una posición poderosa en nombre de sus hermanas y hermanos en Acero, al igual que los educadores de Acero deben unirse a los maestros de CPS en una lucha contra la traición que se está preparando contra ellos.
Construyan el Comité de Base de Educadores
Para dar el primer paso adelante para oponerse a los cierres en Acero, en Chicago y a nivel nacional, los maestros deben extraer las lecciones de estas luchas anteriores. Es necesario construir comités de base independientes que no estén atados de pies y manos a los demócratas (o republicanos) que conjuntamente están desfinanciando la educación y priorizando la guerra. Nuestro comité responde a los propios educadores, no a un aparato burocrático cuyo largo historial de traiciones demuestra que son procapitalistas y hostiles a cualquier lucha
¡Por la unidad de los maestros en las escuelas concertadas y del CPS! No dejen que los administradores de la ciudad ni la cúpula del sindicato CTU nos dividan unos contra otros. No debe cerrarse ni una sola escuela.
¡Miles de millones para la educación, no para la guerra ni la represión! Se necesitan miles de millones de dólares para aumentar el número y la calidad de las escuelas públicas de Chicago para proporcionar personal y recursos adecuados, incluidas bibliotecas y bibliotecarios, educación artística y musical, enfermeros escolares, consejeros y nutrición de alta calidad para todos los alumnos.
¡Construyan la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB)! Los docentes y trabajadores de todo el mundo están entrando en lucha y enfrentan las mismas amenazas de austeridad, guerra y dictadura. No podemos luchar contra estos problemas por separado a nivel nacional, sino solo juntos en una lucha unificada. ¡El ERFC se solidariza y pide a los trabajadores que construyan el AIO-CB!
(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de octubre de 2024)