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Helen Halyard (1950-2023), una vida dedicada a la liberación de la clase trabajadora

Helen Halyard, octubre de 2022

Helen Halyard, miembro destacado del Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.), falleció repentinamente el 28 de noviembre de 2023 a los 73 años.

Helen luchó por la perspectiva de la revolución socialista mundial a lo largo de su vida política, que abarcó más de 50 años. Se unió a las Young Socialists (Juventudes Socialistas), movimiento juvenil de la Workers League (Liga Obrera), en 1971, y poco después se unió al propio partido. Su decisión de unirse al movimiento trotskista fue un acto político muy consciente, resultado de su radicalización política bajo el impacto combinado de las luchas por los derechos civiles y el movimiento contra la guerra de Vietnam.

Helen se había unido inicialmente a un grupo juvenil radical llamado Frente de Liberación del Tercer Mundo, pero rápidamente llegó a la conclusión de que lo que se requería era una perspectiva revolucionaria dirigida a unir a toda la clase trabajadora. Ella rechazó y rompió con la perspectiva del nacionalismo negro o del 'tercer mundo', y buscó una perspectiva de unificación de la clase obrera internacional sobre la base de un programa revolucionario. Esta perspectiva era defendida sólo por el movimiento trotskista, representado por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) y en ese momento en los Estados Unidos por la Workers League y su grupo juvenil, Young Socialists, ahora conocidos como el Partido Socialista por la Igualdad (SEP, por sus siglas en inglés) y los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (IYSSE por sus siglas en inglés).

Helen haciendo campaña en una marcha por el empleo cuando se postuló para alcalde de Detroit en agosto de 1985.

Desde sus primeros días en el partido, su energía, determinación y seriedad política fueron notables. Helen fue elegida miembro del Comité Central de la Workers League y secretaria nacional de Young Socialists. En marzo de 1974, Helen se convirtió en la primera candidata a un cargo público en la historia de la Workers League, postulándose para el Congreso por el Distrito 12 de Nueva York, que comprendía Bedford-Stuyvesant y áreas cercanas en Brooklyn.

Su anuncio inicial de campaña declaró:

Nací en Brownsville y crecí en Bedford-Stuyvesant. En las zonas donde vivía, cerca de Gates y Stuyvesant, ahora sólo hay solares baldíos o vecindarios muy antiguos. Fui a la Escuela Primaria 57 y asistí a la Escuela Secundaria Franklin Delano Roosevelt. En la sección Bedford-Stuyvesant de Brooklyn se pueden encontrar algunas de las peores escuelas del país. Los edificios están a punto de derrumbarse y los fondos para las instalaciones de las escuelas se han reducido drásticamente.

La campaña se centró en la necesidad de que la clase obrera estableciera su independencia política del sistema bipartidista capitalista y librara una lucha política tanto contra la administración Nixon como contra el Partido Demócrata. La declaración continuó:

Estamos luchando por canalizar el gran odio que los trabajadores sienten hacia Nixon y darle una dirección política. Este odio no solo existe hacia Nixon, sino también hacia los Demócratas. Ninguno de los dos partidos puede ofrecer ninguna alternativa para combatir el desempleo, la mala vivienda, los recortes salariales y la inflación. Me postularé con el fin de desenmascarar a quiénes realmente representan: las grandes corporaciones.

La trotskista de 23 años desafió a la demócrata en ejercicio, la representante Shirley Chisholm, quien había sido noticia en 1972 como la primera mujer negra en buscar la nominación presidencial por los demócratas.

Durante todo el tiempo que Chisholm ha ejercido el cargo, las condiciones en Bedford-Stuyvesant solo han empeorado. Todos los programas contra la pobreza que ella y los demócratas han apoyado con tanta vehemencia, incluidas las Ciudades Modelo, han desaparecido casi por completo.

Nuestra campaña... no es una protesta por empleos o mejores condiciones, sino para construir una nueva dirección dentro de la clase trabajadora. Sólo nuestro movimiento puede hacer frente a este desmoronamiento del sistema capitalista con políticas socialistas. No nos hacemos ilusiones de que este sistema pueda ser reformado. Es por eso que nuestra lucha para construir un partido obrero es un paso hacia llevar a la clase obrera al poder.

En ese período, la Workers League llevaba adelante el llamamiento de Trotsky, emitido después de la formación de los sindicatos del CIO (Congreso de Organizaciones Industriales) en la década de 1930, para que el movimiento obrero de masas tomara una forma política a través de la construcción de un partido obrero basado en los sindicatos. Después de la transformación de los sindicatos en instituciones corporativistas totalmente subordinadas a las corporaciones y al estado capitalista, la Workers League cambió la forma de su lucha por la independencia política de la clase obrera transformándose en el Partido Socialista por la Igualdad, retirando la demanda del partido obrero y planteando como tarea inmediata ante los trabajadores y jóvenes la construcción del PSI como la dirección revolucionaria de la clase obrera. La camarada Helen apoyó totalmente este cambio y luchó por él.

El conflicto con Tim Wohlforth

Un punto de inflexión importante en el desarrollo político de Helen se produjo a raíz de la deserción de Tim Wohlforth de la Workers League. Wohlforth, quien fue su primer secretario nacional, se desorientó cada vez más a medida que el movimiento antiguerra de Vietnam se desmoronaba tras la firma del tratado de paz en enero de 1973.

Wohlforth elevó a su compañera Nancy Fields al papel de colíder efectiva de la Workers League, a pesar de su total falta de conocimiento de la teoría marxista y los principios trotskistas. Desde mediados de 1973 hasta el verano de 1974, Wohlforth y Fields llevaron a cabo una operación de sabotaje dentro de la Workers League, al mismo tiempo que ocultaban a la Workers League y al Comité Internacional los vínculos familiares cercanos de Fields con un oficial de alto rango de la CIA.

Al enterarse en agosto de 1974 de esta asombrosa violación de la seguridad, el Comité Central de la Liga de los Trabajadores destituyó a Wohlforth como secretario nacional y suspendió a Fields en espera de una investigación. Ambos se negaron a colaborar con la investigación, abandonaron el partido, denunciaron cualquier preocupación por la seguridad del movimiento y se reincorporaron al Partido Socialista de los Trabajadores, del que Wohlforth se había separado en 1964.

Helen Halyard asistió a esa reunión del Comité Central y apoyó la lucha política por una orientación decidida hacia la clase trabajadora y la renovación de la lucha contra el revisionismo antitrotskista de los pablistas, que estaba en el centro del conflicto con Wohlforth.

Helen tuvo un desarrollo político altamente significativo en el curso de la lucha contra el oportunismo de Wohlforth, emergiendo como una líder central del partido. Asistió al Sexto Congreso del Comité Internacional en mayo de 1975, que votó a favor de iniciar la investigación sobre la Seguridad y la Cuarta Internacional, iniciada por el CICI después de que Wohlforth y luego Joseph Hansen, el líder político del SWP, denunciaran la preocupación por la seguridad contra la infiltración y la vigilancia del Estado como una 'paranoia'.

Helen no era solo una líder nacional, sino también internacional, profundamente orientada hacia el desarrollo del CICI como partido internacional. Viajó mucho y se familiarizó con muchos de los líderes del CICI, trabajando durante un tiempo en la sección británica y asistiendo a reuniones y conferencias en el extranjero.

En sus primeros años de actividad política, Helen llegó a ser muy conocida por miles de trabajadores en la ciudad de Nueva York, particularmente por los trabajadores del transporte público y los trabajadores del Brooklyn Navy Yard y Brooklyn Union Gas, donde la Workers League estaba centrando sus esfuerzos para llegar hasta los trabajadores industriales. Fue una oradora poderosa, con un gran impacto en los trabajadores y jóvenes que asistían a las reuniones y mítines del partido.

El caso de Gary Tyler

Una de sus intervenciones más importantes fue en el caso de Gary Tyler, acusado falsamente en Luisiana a la edad de 16 años por el tiroteo de un joven blanco de 13 años cuando una multitud blanca atacó un autobús que transportaba estudiantes de la Escuela Secundaria Destrehan, que solo había sido recientemente integrada. Tyler fue condenado por un jurado completamente blanco y sentenciado a muerte

Las Young Socialists dieron a conocer el caso por todo Estados Unidos, distribuyendo decenas de miles de volantes, miles de copias de un panfleto explicando lo que había pasado y ganando el apoyo de amplias capas de trabajadores, incluidos líderes sindicales que representaban a muchos millones.

Helen hablando en la Quinta Convención Nacional de las Juventudes Socialistas en Detroit, el 5 de junio de 1976.

La campaña culminó con una marcha por Harlem en 1976 en la que participaron cientos de jóvenes. Helen y Tom Henehan, un destacado miembro de la Workers League que murió en un asesinato político en octubre de 1977, encabezaron esta campaña. Helen estableció una estrecha relación con la familia Tyler, especialmente con la madre de Gary, Juanita. Helen la visitó en Destrehan, y Juanita Tyler vino a Detroit para una conferencia de las Juventudes Socialistas donde la defensa de Gary Tyler fue el foco principal.

A Gary lo sacaron del corredor de la muerte cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos emitió su fallo en 1976 restableciendo la pena de muerte, pero anulando las leyes de condena obligatoria, como las de Luisiana. Sin embargo, permaneció en prisión durante 41 años, a pesar de que el tribunal dictaminó que su condena original era inconstitucional. Solo fue liberado en 2016, después de que la Corte Suprema anulara las sentencias de cadena perpetua sin libertad condicional para quienes, como Gary, fueron condenados cuando eran menores de edad.

La Workers League trasladó su sede de la Ciudad de Nueva York a Detroit en 1978-79, y Helen misma se mudó a Detroit, acogiendo la oportunidad de emprender la lucha por el socialismo entre los trabajadores automotrices de GM, Ford y Chrysler, y otras secciones de trabajadores industriales. Pronto se hizo ampliamente conocida y respetada entre los trabajadores de toda el área de Detroit.

Cuando el partido estableció el puesto de subsecretario nacional, fue natural recurrir a Helen para ocuparlo. Este papel requería una combinación de energía ilimitada e incansable, una profunda familiaridad con los cuadros del partido, un conocimiento profundo del programa y la herencia política del partido, madurez política y determinación. Helen tenía todas estas cualidades, y encabezó el trabajo diario del partido durante más de 30 años.

Esto fue particularmente importante durante la década de 1980, cuando el partido jugó un papel crucial en la lucha contra la traición al trotskismo por parte de los líderes del Workers Revolutionary Party (Partido Revolucionario de los Trabajadores) en Gran Bretaña: Gerry Healy, Michael Banda y Cliff Slaughter. La sección británica, que había liderado la lucha contra la reunificación sin principios del Socialist Workers Party (Partido Socialista de los Trabajadores de Estados Unidos) con los pablistas en 1963, se movió bruscamente hacia la derecha en el curso de la década de 1980.

David North, el secretario nacional de la Workers League, hizo la crítica inicial de la ruptura de Healy con el marxismo en 1982 y dirigió la lucha contra el oportunismo abierto y el abandono de la teoría de Trotsky de la Revolución Permanente que estalló en la escisión de 1985-86 dentro del Comité Internacional. Esta lucha culminó con la victoria de la mayoría trotskista en el CICI y la derrota de Healy, Banda y Slaughter, todos los cuales abandonaron la política revolucionaria.

Helen apoyó esta lucha política, y se convirtió en la fuerza motriz de la lucha de la Workers League por los principios socialistas dentro de la clase obrera estadounidense. Como subsecretaria nacional, Helen siempre estuvo al tanto del pulso del partido. Se dedicó a todos los problemas cotidianos de la construcción del partido, y no tuvo miedo de lidiar con las dificultades que enfrentaban los camaradas, ya fueran miembros nuevos o veteranos.

Lo hizo, no rebajando los estándares políticos, sino más bien centrando la atención en las posibilidades revolucionarias del momento. Nunca hubo un momento en el que mostrara desaliento. Tenía una evaluación completamente realista de las dificultades, no las dejaba de lado, sino que las combatía en lugar de hacer concesiones, ya fuera para convencer a un trabajador de que hiciera una donación o para elevar el nivel del trabajo de un miembro del partido al requerido por la situación política. Ella convencía con la educación y el ejemplo.

Helen con Gary Tyler, Jerry White y Larry Porter parados frente a una de las obras de arte de Gary expuestas en Detroit, el 8 de julio de 2023.

Helen como candidata del partido

La capacidad de Helen para llevar a cabo una lucha paciente pero intransigente fue una característica constante de todo su trabajo. Podía hablar con cualquiera, y especialmente con los trabajadores, de todas las razas, géneros, edades y experiencias. Esto la convirtió en una formidable representante pública del partido, y desempeñó esta importante tarea en las campañas electorales para el Congreso en 1974 y 1976, y para la vicepresidencia en 1984, la primera vez que la Workers League participó en una campaña nacional. El candidato presidencial era Ed Winn, un trabajador socialista del transporte público de la ciudad de Nueva York, que se había unido al partido durante la campaña en defensa de Gary Tyler. En 1985, Helen fue la candidata del partido a la alcaldía de Detroit.

Helen con Ed Winn y los Jóvenes Socialistas haciendo campaña bajo el puente elevado de la planta River Rouge Ford durante la campaña electoral presidencial estadounidense de 1984.

En 1992, la propia Helen fue la candidata de la Workers League a la presidencia de los Estados Unidos. Estas fueron las primeras elecciones presidenciales celebradas después del colapso del estalinismo en la Unión Soviética y Europa del Este, lo cual demostró la bancarrota histórica de la perspectiva del revisionismo pablista contra el que la Workers League había luchado a lo largo de su historia. El estalinismo no era, como afirmaban Pablo y Mandel, una fuerza progresista capaz de combatir y derrotar al imperialismo. Fue más bien la agencia del imperialismo dentro del primer estado obrero, cuyo papel contrarrevolucionario culminó con la disolución de la URSS y la restauración del capitalismo.

Helen habla con un trabajador de una fábrica, febrero de 1992.

Lejos de representar 'el fin de la historia', como afirmaban los teóricos y apologistas del capitalismo mundial, el colapso de la URSS abrió el camino para una reafirmación del militarismo imperialista a una escala colosal, comenzando con la Guerra del Golfo Pérsico, en la cual Estados Unidos destruyó la mayor parte del ejército iraquí y reconquistó Kuwait, aunque se abstuvo de avanzar directamente hacia Bagdad. Todavía faltaban seis meses para la disolución formal de la URSS, aunque el final era visible.

Estas grandes cuestiones históricas enmarcaron la campaña de la Workers League en 1992, que fue sobre todo una campaña internacional, que buscaba construir no sólo el partido trotskista en Estados Unidos, sino el Comité Internacional en su conjunto. La camarada Helen llevó la campaña de la Workers League a Europa, Sudeste Asiático y Australia. Estaba particularmente orgullosa de que las reuniones más grandes en las que participó en la campaña de otoño fueran en Sri Lanka, donde habló con simpatizantes reunidos en Colombo y Kandy por la sección de Sri Lanka del CICI.

Helen Halyard habla en Brisbane, Australia, durante el tramo final de su gira mundial para la campaña presidencial de 1992, noviembre de 1992.

Helen estuvo en el centro de todas las campañas de la Workers League y del Partido Socialista por la Igualdad. Eso incluyó la investigación del incendio de Mack Avenue en 1993, organizada para denunciar el terrible estado de las viviendas y la pobreza en Detroit junto al impacto mortal de los recortes de los servicios públicos después de que un incendio en una casa matara a siete niños, y sus padres fueran procesados como chivos expiatorios por el gobierno de la ciudad. Helen fue uno de los seis comisionados que dirigieron una investigación ciudadana que acusó al sistema capitalista y al establishment del Partido Demócrata, que había controlado Detroit durante mucho tiempo, y exigió el fin de los recortes en servicios públicos, la causa inmediata del incendio, y el suministro de elementos esenciales como electricidad, calefacción y agua como derechos humanos básicos para todos.

De la Workers League al SEP y al WSWS

En 1995, la Workers League tomó la decisión de lanzar el Partido Socialista por la Igualdad (SEP por sus siglas en inglés). Esta transformación implicó más que un cambio de nombre, poniendo fin al período en el cual el partido se centraba en plantear demandas a los sindicatos para desenmascarar a sus líderes burocráticos. El SEP dijo a los trabajadores que las viejas organizaciones se habían vuelto incapaces de reformarse o de responder a la presión de las bases. Eran cascarones burocráticos que respondían solo a los dictados y necesidades de la élite gobernante capitalista, transmitidos a través del Partido Demócrata. Los trabajadores tenían que construir nuevas organizaciones y afiliarse al SEP para poder llevar a cabo esa lucha.

Dos años más tarde, en respuesta a las oportunidades presentadas por la difusión de la tecnología informática y el crecimiento de Internet, el SEP y sus partidos hermanos en el Comité Internacional lanzaron una publicación global conjunta, el World Socialist Web Site. Esto se sustentó en el trabajo político y editorial de cada sección del CICI, reemplazando a los periódicos impresos publicados por las diversas secciones por separado. El WSWS se ha convertido en la publicación socialista más leída en el mundo y en la voz autorizada del trotskismo, reconocido como tal incluso por sus enemigos más acérrimos.

La camarada Helen desempeñó un papel importante en ambos acontecimientos. Permaneció como subsecretaria nacional hasta 2008, dirigiendo gran parte del trabajo político práctico, incluidas las intervenciones en las protestas masivas contra la guerra de Irak en 2003. Siguió demostrando su compromiso con la defensa de los presos políticos, escribiendo extensamente sobre el caso de Mumia Abu-Jamal y, más ampliamente, sobre cuestiones del nacionalismo negro y la historia de la lucha por los derechos civiles.

En 2008, ante crecientes problemas de salud, Helen renunció como subsecretaria nacional en el Congreso Fundacional del PSI en Estados Unidos, pero permaneció en el Comité Nacional del partido y continuó desempeñando un papel importante en el liderazgo político.

Solo en los últimos años de su vida, después del brote de la pandemia de COVID-19 en 2020, Helen se vio obligada a limitar su participación activa en el trabajo político público, aunque continuó reuniéndose de forma remota y participando en actividades educativas y de recaudación de fondos, donde sobresalió.

Como personalidad, Helen reflejó las mejores tradiciones de la clase trabajadora afroamericana, que se unió al Partido Comunista inmediatamente después de la Revolución de Octubre de 1917. Ella era muy culta, estaba bien versada en la literatura producida por el Renacimiento de Harlem de la década de 1920, influenciado en gran medida por la Revolución Rusa, y estaba familiarizada con desarrollos posteriores entre intelectuales afroamericanos. Sus propias contribuciones, como un ensayo sobre “ebonics”, el supuesto “lenguaje negro” adoptado por la junta escolar de Oakland, California, expresaron claramente su oposición al atraso cultural promovido por los nacionalistas. (Véase Ebonics and the danger of racialist politics : A socialist viewpoint , 21 de abril de 1997.)

Helen tenía el más profundo respeto por los cuadros del movimiento trotskista, tanto aquellos, como ella misma, que fueron ganados al trotskismo a principios de la década de 1970, personas más recientes que recién se incorporaban a la política y que la buscaban como guía, y especialmente el reducido grupo de miembros más antiguos de la Cuarta Internacional que habían sobrevivido a las traiciones del estalinismo y del pablismo.

Esto se demostró particularmente en relación con Jean Brust, quien, junto con su esposo Bill, fue uno de los pocos miembros del Workers Socialist Party (SWP), veteranos de las grandes luchas obreras de las décadas de 1930 y 1940, que siguieron siendo participantes destacados de por vida en el movimiento trotskista mundial. Cuando Jean, entonces con 76 años, enfrentó sus últimos problemas de salud en 1997, Helen se trasladó a Minneapolis durante varios meses para encargarse de su cuidado. Más tarde, Helen organizó la reunión conmemorativa celebrada para Jean en las Ciudades Gemelas, recordando sus más de 60 años de actividad en el movimiento trotskista.

Helen con el historiador soviético Vadim Rogovin en Detroit, 22 de febrero de 1995.

Helen tuvo la misma actitud hacia Nadezha Joffe, hija de Adolph Joffe, el diplomático soviético y estrecho colaborador de Trotsky. Adolph Joffe se suicidó en 1927 en protesta por la expulsión de Trotsky del Partido Comunista Soviético. Nadezhda Joffe visitó los Estados Unidos con motivo de la publicación por parte de Mehring Books de sus memorias en 1993, Back in Time, My Life, My Fate, My Epoch. Estas son las únicas memorias escritas en la Unión Soviética post-Stalin por un miembro superviviente de la Oposición de Izquierda.

Después de que Helen y el SEP organizaron el lanzamiento del libro en la ciudad de Nueva York, Nadezhda Joffe le dio una copia autografiada del libro, con el mensaje 'Helen, con saludos y agradecimiento del autor, N. Joffe'. Helen guardó el volumen en un lugar preciado entre sus muchos libros.

En conclusión, lo mejor es dejar que Helen hable por sí misma, como siempre lo hizo de forma clara y contundente. Al dirigirse a la Conferencia de Emergencia contra la Guerra, celebrada por el SEP y el IYSSE en Ann Arbor, Michigan, del 31 de marzo al 1 de abril de 2007, hizo la siguiente contribución:

Helen Halyard

Se ha planteado la cuestión de nuestra estrategia a largo plazo y su relación con nuestras actividades actuales. Nuestra estrategia a largo plazo es la abolición del capitalismo y el establecimiento de una sociedad socialista. No hay respuestas fáciles a los problemas y las condiciones de opresión que enfrentan millones de personas en todo el mundo, ya sea que se trate de la lucha contra el desempleo, la lucha contra la guerra imperialista, la lucha contra los ataques a los derechos democráticos. No hay respuestas fuera de la movilización independiente de la clase trabajadora.

La clase obrera es la única clase dentro de la sociedad capitalista, debido a su relación con los medios de producción, que no está ligada a la defensa del estado-nación. Los trabajadores tienen un enorme potencial para cambiar la sociedad y controlar los medios de producción, y es nuestra tarea hacerlos conscientes de ello. Esto requiere aprender las lecciones de las luchas anteriores, como han dicho otros oradores. Debemos extraer lecciones de las experiencias estratégicas de las masas populares en el curso del siglo XX.

Cuando ingresé a la vida política, fue durante el transcurso de las grandes luchas por los derechos civiles en Estados Unidos que radicalizaron a decenas de miles de jóvenes afroamericanos y los llevaron a oponerse a las condiciones de pobreza, desempleo y racismo. Participaron en este movimiento con el fin de cambiar tanto las condiciones del racismo como de la opresión económica.

La dirección pequeñoburguesa que encabezó el movimiento por los derechos civiles separó la lucha contra el racismo de su origen en el sistema económico existente del capitalismo. Ellos afirmaban que era posible cambiar las cosas, no poniendo fin al sistema, sino reformándolo. El impacto de esta perspectiva es claro. ¿Quiénes fueron los beneficiarios de la política de acción afirmativa?

En los últimos 30 años, ha habido una enorme estratificación en la población negra, con una pequeña capa enriqueciéndose y volviéndose muy activa en las estructuras políticas existentes. Este estrato incluye a figuras políticas de extrema derecha —Condoleezza Rice, Clarence Thomas y Colin Powell—, mientras que las condiciones para los trabajadores y jóvenes negros en los centros urbanos siguen siendo las mismas y, en algunos casos, peores que en un período anterior. Esta desigualdad es producto de la perspectiva de que se puede luchar contra la desigualdad sin abordar las condiciones sociales que han creado la desigualdad.

La cuestión de las soluciones prácticas frente a las no prácticas se ha planteado en esta conferencia y, para responder a ella, es fundamental entender que la única solución práctica a los problemas es la movilización política independiente de la clase obrera. Cualquier intento de encontrar un atajo a estos problemas conducirá inevitablemente a traicionar los intereses históricos de las masas trabajadoras.

Decimos en la resolución: “Al luchar por este programa, los trabajadores y jóvenes a nivel internacional deben fundamentarse en la lucha por la independencia política de la clase trabajadora, en conflicto con aquellos partidos y tendencias que buscan dirigir, de una manera u otra, la oposición popular hacia los cauces seguros del establishment político”. Esta es una concepción extremadamente importante y que tiene que ser asimilada junto con las otras secciones de la resolución en el desarrollo de un movimiento político de la clase obrera internacional que tiene que basarse en las experiencias históricas de la clase obrera.

Esta es la perspectiva a la que Helen Halyard dedicó su vida y por la que el Partido Socialista por la Igualdad y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional siguen luchando.

(Publicado originalmente en inglés el 30 de noviembre de 2023)

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