Español

Los ministros de Macron y los neofascistas franceses se unen en una manifestación pro-Israel.

El presidente francés y candidato para reelección Emmanuel Macron el domingo 10 de abril de 2022 en París y la candidata presidencial ultraderechista Marine Le Pen durante el programa “Francia es el rostro de la guerra” en París el 14 de marzo de 2022 (crédito: AP Photo/Thibalt Camus, Ludovic Marin, archivo AP)

Este fin de semana, mientras millones de trabajadores y jóvenes de todo el mundo se manifiestan en contra de la guerra del gobierno israelí en Gaza, los ministros del presidente Emmanuel Macron marcharán codo a codo con líderes de la neofascista Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés) de Marine Le Pen en una manifestación a favor de Israel.

El carácter políticamente siniestro y mentiroso de este evento es evidente en la práctica. La marcha fue convocada por los presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado, Yaël Braun-Pivet, del partido Renacimiento de Macron, y Gérard Larcher, del partido derechista Los Republicanos (LR), supuestamente para oponerse al antisemitismo y al odio racial. Sin embargo, al evento asisten fuerzas que apelan incansablemente al antisemitismo y la islamofobia y es convocada por un gobierno que está respaldando la guerra genocida de Israel en Gaza.

Hoy en día no se puede hablar honestamente de genocidio sin afirmar que el Estado de Israel pretende llevar a cabo un genocidio en Gaza. Sus fuerzas han matado a más de 11.000 palestinos e herido a más de 70.000, lanzando bombas y proyectiles de artillería sobre hospitales, escuelas y campos de refugiados indefensos. Dirigentes israelíes han declarado públicamente su intención de expulsar a todos los supervivientes de Gaza a la vecina península egipcia del Sinaí, limpiando étnicamente la Franja de Gaza de palestinos.

La manifestación proisraelí del domingo en París, aunque supuestamente convocada contra el antisemitismo y el odio racial, en realidad, forma parte del apoyo de Macron a la guerra en Gaza. El llamamiento de Braun-Pivet y Larcher para tal manifestación, publicado en el diario derechista Le Figaro, declara que 'la República está en peligro' y promete ser un 'baluarte contra el islamismo'. Pero no dice ni una palabra sobre el genocidio de Gaza, ni critica las políticas del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.

Veintisiete ministros del gobierno de Macron asistirán a la manifestación, entre ellos la primera ministra Elisabeth Borne y el ministro del Interior, Gérald Darmanin. Simpatizante del partido antisemita de extrema derecha Acción Francesa, Darmanin es tristemente célebre por denunciar la presencia de alimentos kosher y halal en los supermercados franceses. Al asistir a la manifestación, el jefe de las unidades de la policía antidisturbios de extrema derecha en Francia continúa el apoyo a la guerra en Gaza brindado por Macron, quien se apresuró a viajar a Israel para respaldar su “derecho a defenderse” y aclamó a Netanyahu como un “amigo”.

En cuanto a Le Pen, que reaccionó a la guerra de Gaza pidiendo la 'erradicación' de los palestinos que se resisten al ejército israelí, busca situar a su partido de extrema derecha en el centro de la vida política francesa. “Hago un llamamiento a todos nuestros afiliados y votantes para que asistan a esta manifestación. Hace años que nuestros compatriotas judíos se enfrentan a actos antisemitas,” le dijo Le Pen a la radio RTL, insistiendo en que tanto ella como su asistente Jordan Bardella asistirían.

Le Pen también atacó al partido la Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, que anunció que no asistirá a la manifestación. Acusó a LFI de “complacencia e incluso complicidad hacia las facciones islamistas más duras, brutales y aterradoras. Si no se les combate, se es ambiguo”.

La presencia del partido de Le Pen en el mitin en particular expone la pretensión fraudulenta de que está en contra del antisemitismo. La RN (Agrupación Nacional), cuya generación fundadora estaba compuesta en gran parte por ex miembros del genocida y colaboracionista Partido Popular Francés (PPF) de Jacques Doriot, es tristemente célebre por su antisemitismo. Su anterior líder, el padre de Marine, Jean-Marie Le Pen, fue declarado culpable de declaraciones antisemitas en repetidas ocasiones en los tribunales, después de quitar importancia al Holocausto calificándolo como un 'detalle de la historia'.

Bardella defendió descaradamente este historial, diciendo a BFM-TV: 'No creo que Jean-Marie Le Pen fuera una antisemita'. Cuando se le preguntó sobre esta afirmación en el canal de cable de extrema derecha CNews, Bardella volvió a defenderla, afirmando: “Siempre hemos sido irreprochables en este tema”.

Tales declaraciones plantean claramente a los trabajadores y a la juventud en Francia y a nivel internacional los problemas cruciales que enfrenta el masivo movimiento de protesta y las acciones de los trabajadores con respecto a la guerra israelí contra Gaza. Durante más de tres décadas, desde la disolución estalinista de la Unión Soviética en 1991, las potencias imperialistas de la OTAN han llevado a cabo guerras interminables en todo Oriente Medio y África. Están dando luz verde al régimen israelí para el genocidio en Gaza porque están librando una guerra global para hacer retroceder el reloj a los sangrientos crímenes de la era colonial contra los pueblos oprimidos.

A medida que intensifica su guerra contra Rusia en Ucrania y sus guerras neocoloniales en África y Oriente Medio, el gobierno de Macron está trabajando para sanear el sangriento historial del imperialismo francés. Su llamamiento para la manifestación del domingo, publicada por Braun-Pivet y Larcher en Le Figaro, equiparó al gobierno de Hamas en Gaza con el régimen nazi. Describió el levantamiento palestino del 7 de octubre contra el bloqueo ilegal israelí de Gaza como 'una masacre cuya ignominia no tiene parangón desde el Holocausto'.

Esta provocadora y falsa equiparación de los palestinos oprimidos con el nazismo, un régimen imperialista genocida que aspira a la dominación mundial, blanquea al imperialismo francés. Compara los 1.400 israelíes muertos cuando los palestinos se levantaron contra un bloqueo ilegal con los millones de muertos en las guerras que el imperialismo francés y sus aliados de la OTAN han librado desde la Segunda Guerra Mundial. Esto incluye a los millones de asesinados en las guerras de la OTAN del siglo XXI en Afganistán, Irak, Libia, Siria, Mali y más allá.

De particular importancia, al tiempo que Macron se une a la RN en contra del movimiento desde abajo en defensa de Gaza, es el encubrimiento implícito por parte de Braun-Pivet y Larcher de los crímenes franceses en la Indochina francesa de 1946-1954 y en las guerras argelinas de 1954-1962. En ambas guerras, Francia encarceló a millones de personas en campos de concentración, mató a cientos de miles y recurrió a la tortura a gran escala.

Históricamente, el RN sacó sus apoyos apoyo, más allá del colaboracionista nazi PPF, principalmente de los antiguos colonos franceses obligados a huir de Argelia después de obtener esta su independencia. Su primer líder, Jean-Marie Le Pen, era teniente de una unidad de paracaidistas en Argelia que era tristemente célebre por su uso de la tortura contra los musulmanes. Estas fuerzas también lanzaron repetidamente golpes de Estado para intentar forzar una continuación de la guerra a pesar del creciente sentimiento antiguerra entre los trabajadores en Francia.

Estas son las fuerzas políticas y las tradiciones a las que Macron y toda la burguesía francesa apelan contra el movimiento internacional de la clase obrera. Después de las protestas de los 'chalecos amarillos' contra la desigualdad social y los primeros meses de la pandemia de COVID-19, los hijos de los golpistas de extrema derecha de la 'Argelia francesa' agrupados en torno a Philippe de Villiers publicaron un manifiesto en la revista de extrema derecha Valeurs A ctuelles (Valores actuales). Haciéndose eco del historial de sus padres, lanzaron una amenaza de golpe de Estado para intervenir militarmente contra una supuesta amenaza islamista de matar a miles de personas en las ciudades francesas.

Una situación objetivamente revolucionaria está surgiendo en Francia e internacionalmente, mientras las protestas masivas contra la guerra y el genocidio sacuden al mundo. El gobierno de Macron es particularmente sensible a esta amenaza, ya que se enfrentó a un gran movimiento de huelga esta primavera contra sus recortes de pensiones, que impuso a pesar de la oposición de tres cuartas partes de los franceses. Los trabajadores y jóvenes franceses están ampliamente de acuerdo en que Macron gobierna en contra del pueblo, utilizando la violencia policial para atacar huelgas y protestas e imponer el dictado de los bancos.

No hay nada que negociar con los gobiernos de la OTAN, como el gobierno de Macron, que respalda el genocidio contra los palestinos, o los burócratas sindicales y los agentes políticos pseudoizquierdistas que trabajan con ellos. En Francia, el papel del miembro de LFI François Ruffin, quien ha desafiado la decisión de LFI de no asistir a la manifestación pro-Israel como parte de su continua colaboración política con Macron, es una advertencia sobre la evolución hacia la derecha de estas fuerzas.

El hecho de que el gobierno de Macron acepte ahora a fuerzas fascistas y procolonialistas como RN es una advertencia más de que no hay nada que negociar con él. La lucha contra la guerra y el genocidio a nivel internacional debe ser asumida por los trabajadores que ya luchan contra los ataques sociales y la violencia policial en el país. Esto requiere la construcción de un movimiento masivo e internacional de huelgas y luchas para detener el suministro de recursos al ejército israelí, poner fin a la guerra y derrocar a los gobiernos que están respaldando el genocidio en Gaza, con el objetivo de transferir el poder a la clase trabajadora.

(Publicado originalmente en inglés el 11 de noviembre de 2023)

Loading