La campaña reaccionaria y de distracción para destruir la carrera y la reputación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por su beso a la centrocampista de la selección española Jennifer Hermoso se intensificó durante la semana pasada. La campaña está encabezada por el gobierno español en funciones del Partido Socialista (PSOE)-Podemos y varios medios de prensa de todo el mundo, incluidos el New York Times y The Guardian. El Parlamento Europeo debatirá la cuestión Rubiales el jueves.
El domingo, Rubiales anunció su renuncia como presidente de la Federación Española de Fútbol y también como vicepresidente de la Unión de Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA).
El 20 de agosto, después de que el equipo de fútbol femenino de España ganara su primera Copa del Mundo, Rubiales puso sus manos a ambos lados de la cabeza de Hermoso y la besó en la boca. Después del partido, Hermoso dijo inicialmente que 'ha sido el momento de la efusión y no hay nada más allá y se quedará en una anécdota y ya está.'. Añadió que no le 'ha gustado' y que 'no lo esperaba'.
El incidente fue tendencia en las redes sociales. La semana siguiente, Rubiales insistió repetidamente en que el beso fue consensuado, mientras que Hermoso lo negó. Posteriormente, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, la ministra de Igualdad y líder de Podemos, Irene Montero, y otros políticos y dirigentes del gobierno han atacado a Rubiales. Montero ha afirmado que este último es culpable de agresión sexual.
La campaña se intensificó todavía más después de que el Tribunal Administrativo del Deporte dictaminara que las acciones de Rubiales eran 'graves', pero no 'muy graves', lo que permitió temporalmente que Rubiales permaneciera como presidente de la RFEF.
El Gobierno del PSOE y Podemos apeló la decisión, alegando que el beso de Rubiales había dañado la reputación de España.
El viernes, la Fiscalía de la Audiencia Nacional acusó oficialmente a Rubiales de agresión sexual y coacción. A finales de agosto, la fiscalía abrió una investigación preliminar sobre el beso de Rubiales, con el argumento de que podría constituir una 'agresión sexual'. Los fiscales anunciaron planes para iniciar un proceso penal en “el menor tiempo posible”. Hermoso fue contactada y le instaron a presentar una denuncia en un plazo de 15 días, ya que de lo contrario el sistema judicial no podría proceder. Hermoso lo hizo el pasado martes.
Rubiales ahora enfrenta de uno a cuatro años de cárcel.
La elección de un lugar como la Audiencia Nacional subraya el carácter políticamente trastornado de la campaña. Rubiales será juzgado en un tribunal, que juzga delitos graves como crímenes de lesa humanidad, terrorismo, crimen organizado y narcotráfico. El tribunal utilizará la nueva definición ampliada de agresión sexual en el código penal apoyada por Podemos el año pasado.
Rubiales se sentará en la misma sala de la Audiencia donde se han sentado algunos de los más infames asesinos en masa del siglo 20. Estos incluyen al exdictador militar chileno Augusto Pinochet, quien fue juzgado allí en 1998. Un ex oficial de la Armada Argentina, Adolfo Scilingo, fue condenado a 640 años en una prisión española por crímenes contra la humanidad, incluidas ejecuciones extrajudiciales de treinta personas realizadas bajo la junta militar argentina, de 1976 a 1983.
En el caso Rubiales, los fiscales tendrán que probar la agresión sexual en virtud del artículo 178.1 del código penal. Para esto, deben existir tres circunstancias y las tres deben ser probadas más allá de cualquier duda razonable. Estas son que (1) el beso violó la libertad de Hermoso y no fue consentido; que (2) el beso de Rubiales violó específicamente la libertad sexual de Hermoso; y que (3) Rubiales sabía que estaba realizando un acto sexual no consentido, pero lo llevó a cabo de todos modos.
Las acusaciones van en contra de la evidencia disponible públicamente, incluidas las imágenes de video de Hermoso y sus compañeras de equipo riendo y bromeando sobre el incidente en el autobús de la selección y coreando colectivamente '¡Beso! ¡Beso!' cuando un avergonzado Rubiales sube al vehículo.
Varios fallos judiciales del Tribunal Supremo han determinado que un beso en la boca no siempre es de naturaleza sexual.
El caso será juzgado en medio de una caza de brujas mediática destinada a destruir la reputación de Rubiales. La prensa ha desenterrado toda la suciedad que ha podido, ninguna de la cual tiene relación con el caso Hermoso.
Su tío, Juan Rubiales, por ejemplo, ha acusado a Luis Rubiales de organizar una fiesta con dinero de la Federación en un chalet en Salobreña, Granada, incluyendo de ocho a diez mujeres desnudas. Los medios de comunicación luego calificaron la fiesta de 'orgía'.
Juan Rubiales, que no ha estado en buenas relaciones con su sobrino desde que fue despedido de la RFEF en 2020, no proporcionó ninguna prueba para respaldar sus afirmaciones. Incluso el diario pro-PSOE El País, al frente de la campaña, admitió que 'fuentes conocedoras de la supuesta fiesta aseguran que las chicas no eran prostitutas, sino que fueron invitadas en discotecas y que su presencia en el chalet no las obligaba a mantener relaciones sexuales'. Esta información fue eliminada posteriormente del artículo.
Mientras tanto, las vidas de Rubiales y de quienes lo rodean están siendo destruidas. Sin sueldo de la RFEF, enfrentándose al acoso diario de la prensa delante de su casa y con tres hipotecas, Rubiales se ha visto obligado a poner su ático en venta. Su madre también fue hospitalizada después de iniciar una huelga de hambre en oposición a esta caza de brujas.
Cualquiera que salga a defender a Rubiales también ha sido blanco de ataques. El director Woody Allen, puesto en la diana por el movimiento #MeToo (#YoTambién) e incluido en la lista negra de Hollywood, observó que “el beso a la futbolista estuvo mal, pero no fue como si hubiera quemado un colegio… No la estaba violando, era solo un beso y era una amiga. ¿Qué hay de malo en eso? ' El director continuó: “En cualquier caso, es difícil entender que una persona pueda perder su trabajo y ser penalizada de esa manera por dar un beso a alguien.”
Inmediatamente fue criticado por el portavoz de Podemos, Pablo Echenique, quien calumniosamente afirmó que Allen era un “conocido pedófilo reincidente”. En realidad, Allen nunca ha sido condenado ni acusado una sola vez de tal delito, ni de ningún otro delito.
Incluso el equipo de MasterChef, un programa de cocina de telerrealidad fue atacado cuando dijeron que la última temporada sería de “humor y piquitos” riéndose del incidente. Luego, el programa se vio obligado a emitir una disculpa pública.
Esta campaña no tiene base popular. Las protestas del 2 de septiembre convocadas por organizaciones feministas vinculadas a Podemos y sus satélites pseudoizquierdistas, como Libres y Combativas, frente feminista de Izquierda Revolucionaria, y la morenista Corriente Revolucionaria de los Trabajadores (CRT), reunieron sólo a decenas de personas en ciudades de toda España. En Madrid sólo asistieron unos cientos.
La persecución de Rubiales es una campaña llevada a cabo por la maquinaria gubernamental del PSOE y Podemos junto a sus medios de comunicación aliados. Su objetivo es avivar la histeria contra Rubiales con el propósito de solidificar la base de Gobierno PSOE-Podemos en una clase media acomodada enloquecida por las políticas de identidad desviando de esta manera la atención de los males sociales verdaderamente urgentes.
El gobierno está incitando descaradamente a estas capas a participar en esta campaña como un medio para luchar por su propio progreso social y financiero. Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno en funciones y ministra de Trabajo del gobierno en funciones PSOE-Podemos, y máxima líder de la coalición electoral Sumar que incluye a Podemos, presumió de que utilizará la inspección de trabajo de su ministerio para “corregir las diferencias retributivas que tienen las deportistas femeninas.”
Díaz también atacó a la RFEF, alegando que viola la ley ya que solo el 9 por ciento de sus directivos son mujeres. Ella llamó a esto 'una patología que no puede considerarse puntual o coyuntural sino sistémica'.
Jorge Vilda, que llevó a la selección española femenina a la victoria en Sydney contra Inglaterra, fue una de las primeras víctimas. El técnico, que dirige el equipo desde 2015, fue despedido y sustituido por su segunda al mando, Montse Tome, convirtiéndose en la “primera mujer en entrenar” a la selección española.
Vilda comentó: “Estoy todo lo bien que se puede estar después de ser campeón del mundo hace dieciséis días, hace diez días estar renovado por cuatro años más con un salario mayor y hoy ser cesado injustamente.” El 'crimen' de Vilda fue apoyar a Rubiales cuando se negó a renunciar como presidente de la RFEF el 25 de agosto.
La decisión de Podemos de avivar esta caza de brujas se produce después de que apenas evitaran ser derrotados por el derechista Partido Popular y el partido neofascista Vox en las elecciones generales de julio pasado. Se enfrenta a una gran ira social en la clase trabajadora, después de haber reprimido las huelgas masivas de los camioneros y los trabajadores del metal e implementado políticas de derecha.
Podemos perdió 600.000 votos en las recientes elecciones, después de apoyar la guerra contra Rusia en Ucrania, aumentar el gasto militar a niveles récord e imponer severos recortes de pensiones y reformas de la legislación laboral al tiempo que proporcionaba 140.000 millones de euros [150.000 millones de dólares] de los fondos de rescate de la Unión Europea a corporaciones y bancos. Podemos pretende renovar su gobierno de coalición con el PSOE disponiendo de una mayoría aún más estrecha de la que ha tenido en los últimos cuatro años. En estas condiciones, ha decidido cínicamente provocar una campaña contra Rubiales para reforzar su apoyo dentro de ciertas capas sociales proclives.
(Publicado originalmente en inglés el 10 de septiembre de 2023)