Los medios de comunicación de España, Europa y el mundo han informado y comentado extensamente sobre el beso que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, le dio a la centrocampista Jennifer Hermoso. Rubiales también es vicepresidente de la UEFA, el organismo rector del fútbol europeo.
El ahora famoso incidente ocurrió el 20 de agosto, durante la ceremonia de entrega de medallas después de que la selección española de fútbol femenino ganara su primera Copa del Mundo contra Inglaterra. Como es de esperar, más allá del beso en sí, captado en tiempo real cuando Rubiales le dio un beso en la boca a Hermoso tras cogerla de la cabeza con ambas manos, todo lo que rodea el suceso es controvertido.
Tras el partido, Hermoso habló en el programa Tiempo de Juego de la emisora de radio de derechas, COPE. Respecto al beso, la jugadora dijo que 'ha sido la emoción del momento, no hay nada más allá. Se va a quedar en una anécdota. Segurísimo que no va a ir a más'. Además, reconoció que 'no' le 'ha gustado' y que 'no lo esperaba'.
Cuando el beso comenzó a ser tendencia en las redes sociales, Rubiales reaccionó llamando a sus críticos “gilipollas”, “idiotas” y “estúpidos” y “tontos del culo” en la COPE. Supuestamente poco después, la Federación Española de Fútbol se dirigió a Hermoso y su familia para grabar juntos un vídeo en su apoyo, lo cual fue rechazado. Luego, Rubiales publicó un video de disculpa grabado durante una escala al regresar de Australia, donde se disputó la final, afirmando que lamentaba haber desviado la atención de la celebración.
El pasado viernes 25 de agosto, ante la repercusión mediática, las exigencias de su dimisión e incluso de su procesamiento, y la difusión del vídeo de Rubiales celebrando un gol de forma eufórica y llevándose la mano derecha a los genitales como insulto al equipo contrario, Rubiales presidió una asamblea extraordinaria de la RFEF en Las Rozas. Insistió en que el beso había sido “libre, mutuo y consentido”, y acusó a sus críticos de un “falso feminismo” en un intento de “asesinato social” y se negó repetidamente a dimitir, provocando el aplauso de los directivos presentes en la sala.
Posteriormente, Hermoso publicó un comunicado en su cuenta de la red social X (antes Twitter) diciendo que “en ningún momento se produjo la conversación a la que el Sr. Luis Rubiales hizo referencia y que, ni mucho menos, su beso fue consentido. De la misma manera quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no había sido de mi agrado”. En otro momento del comunicado añadió que “Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Sencillamente, no fui respetada”.
Ese día, el gobierno español en funciones del Partido Socialista (PSOE)-Podemos inició el procedimiento ante el Tribunal Administrativo del Deporte para destituir a Rubiales por falta muy grave. Al día siguiente, 81 jugadores, incluidos los 23 del equipo ganador del campeonato, emitieron un comunicado conjunto comprometiéndose a boicotear a la selección nacional hasta que se produjeran cambios en la dirección de la RFEF. La FIFA anunció que suspendería a Rubiales durante 90 días mientras un comité disciplinario investiga su conducta.
El lunes 28 de agosto, después de un fin de semana de protestas en las calles de Madrid, los jefes de los órganos regionales que componen la RFEF publicaron un comunicado pidiendo a Rubiales que “dimitiera inmediatamente como presidente de la RFEF”. Su madre, Ángeles Béjar, inició una huelga de hambre en una iglesia de Motril exigiendo el fin de la “cacería, inhumana y sangrienta” contra su hijo. Fue hospitalizada tres días antes de ser dada de alta.
El mismo día, la Fiscalía de la Audiencia Nacional abrió diligencias contra Rubiales por un posible delito de agresión sexual. Al no poder actuar de oficio, la Fiscalía aseguró que contactaría con Hermoso por si deseaba denunciar a Rubiales.
El 30 de agosto, el diario El Español publicó un vídeo grabado en el bus de vuelta, después de terminada la final. En él, Hermoso muestra la pantalla de su móvil a sus compañeras para que observen un meme donde se compara el beso que le dio Rubiales con el de Íker Casillas a su entonces esposa Sara Carbonero, durante el mundial celebrado en Sudáfrica, al tiempo que exclama, sonriente: 'Como Íker y Sara'. Tras ello, las jugadoras de la selección gritan: '¡Beso!, ¡beso!' y corean a Luis Rubiales al grito de '¡Presi!, ¡presi!' Rubiales envió el vídeo como parte de su defensa ante la suspensión realizada por la FIFA.
Hermoso ya había expresado días antes que la situación le provocó “un shock” por el “contexto de celebración” y que solo con el paso del tiempo sintió la necesidad de denunciar, alegando que “en ningún ámbito laboral, deportivo o social alguien debe ser víctima de este tipo de comportamientos no consentidos”.
Una tormenta de indignación cínica
Rubiales está siendo sometido a una feroz caza de brujas y catalogado como la figura más odiada en España por los medios de comunicación, en una campaña que los políticos españoles están muy felices de ver para tapar los principales problemas políticos a los que se enfrenta la clase trabajadora en medio de una a crisis postelectoral para formar gobierno.
Público, un periódico digital español autodenominado “progresista” incluso publicó un artículo situando la campaña anti Rubiales en una cronología de la “revolución feminista en España” de las últimas décadas, junto al caso de Ana Orantes Ruiz, víctima de violencia de género que fue asesinada por su exmarido tras prestar su testimonio ante las cámaras de Canal Sur, y el caso de La Manada de Lobos (La Manada), cuando una mujer de 18 años fue violada por cinco hombres, entre ellos un Guardia Civil y un militar, equiparando así el beso con una violación grupal y un asesinato.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, publicó un tweet, diciendo: “Nos unimos a la española Jenni Hermoso y a todos aquellos que trabajan para acabar con los abusos y el sexismo en el deporte. Hagamos de esto un punto de inflexión. #SeAcabo.”
A la cabeza de este bombardeo mediático está el Partido Socialista (PSOE) y Sumar, que incorpora al antiguo socio de coalición del PSOE, Podemos, respaldado por la burocracia sindical, los tribunales superiores del país y todo el entorno pseudoizquierdista. En el proceso, toda la narrativa política en España se ha desplazado hacia una cruzada nacional contra el “machismo”, en la que criminales políticos de todo tipo desfilan como representantes virtuosos de la “Nueva España”.
El Presidente español en funciones, Pedro Sánchez, del gobierno PSOE-Podemos, dijo que el comportamiento de Rubiales era inaceptable y que la disculpa no era adecuada. La ministra de Igualdad de Podemos, Irene Montero, compañera del exlíder de Podemos Pablo Iglesias, dijo que el discurso de Rubiales del viernes “normaliza la violencia sexual”. Su “obligación como ministra, mujer y feminista es llamar a las cosas por su nombre: un beso no consentido es violencia sexual”.
La vicepresidenta española, Yolanda Díaz, que dirige Sumar, exigió que la caza de brujas contra Rubiales se ampliase a todos aquellos directivos del fútbol que aplaudieron el discurso de Rubiales. “Hemos visto lo peor de la sociedad española, cómo el señor Rubiales y otros hombres aplaudían, y lejos de protegerla, todavía le han provocado más daño y más dolor', dijo.
Los sindicatos, Comisiones Obreras (CC.OO) vinculadas a Podemos y la Unión General de Trabajadores (U.G.T) alineada con el PSOE, también pidieron la dimisión de Rubiales.
Se trata de un cinismo desenfrenado por parte de individuos y organizaciones totalmente despreocupados por los derechos democráticos. Este es el mismo gobierno que está enviando cientos de millones de euros en armamento al batallón neonazi Azov en Ucrania para librar la guerra contra Rusia. En su último viaje a Kiev en julio, Sánchez, tras asumir la Presidencia del Consejo de la UE, prometió el apoyo total de la UE a Ucrania “mientras sea necesario” y “sin importar el precio que haya que pagar”, mientras Ucrania lanzaba una “contraofensiva” que ha costado la vida de al menos 40.000 ucranianos, y decenas de miles más han quedado permanentemente mutilados s o desfigurados.
En cuanto a la indignación de Montero, uno solo tiene que mirar como reaccionó en junio de 2022 tras la masacre de Melilla cometida por su gobierno cuando la represión de las fuerzas de seguridad fronterizas españolas provocó una estampida que mató al menos a 37 refugiados. Con otras 76 personas aún desaparecidas, la cifra de muertos probablemente supera los 100. En una rueda de prensa posterior, le preguntaron a Montero cinco veces sobre la masacre. Ella permaneció totalmente en silencio. Desde entonces, Podemos ha rechazado una investigación parlamentaria sobre la masacre, uniéndose al PSOE y al neofascista Vox en el encubrimiento.
Díaz es la líder más visible de Podemos después de que Iglesias dejara el gobierno en 2021. Para las elecciones generales de julio, su frente electoral recién fundado, Sumar, defendió las políticas internas reaccionarias de Podemos, incluidos recortes de pensiones y una reforma laboral; donaciones de 140 mil millones de euros de fondos de rescate de la Unión Europea a corporaciones y bancos; y la política de ganancias sobre vidas en la pandemia de COVID-19 que ha provocado más de 160.000 muertes.
Díaz es una figura tan despreciada que se vio obligada a poner fin a su discurso de campaña en un mitin en la ciudad de Cádiz en julio debido a la irrupción de 50 trabajadores del metal que gritaban 'ni un paso atrás en la lucha del metal'. Las huelgas de los trabajadores metalúrgicos han sido salvajemente reprimidas por el gobierno del PSOE y Podemos de Díaz.
En cuanto a los sindicatos, han reprimido y saboteado una lucha tras otra durante los últimos años, actuando como policía laboral para garantizar que la guerra en exterior y la guerra de clases en el país continúen.
La reaccionaria política identitaria de la clase media acomodada
'El beso' se ha convertido en una ocasión para el tipo de postureo cultural sobre 'el patriarcado' que ha sido durante mucho tiempo la especialidad del PSOE y al entorno de Sumar/Podemos, utilizado para ocultar su agenda derechista compartida mientras cultivan una base social en secciones de la clase media que ve en la política identitaria una herramienta para su elevación social.
Combatir el patriarcado está intrínsecamente relacionado con la petición de una mayor presencia femenina en consejos directivos, en los niveles superiores de la universidad, en la administración pública y en el gobierno. Y, por supuesto, la presentación de la exigencia de paridad salarial para futbolistas, actrices y otras profesiones, como una manifestación popular de dichas reclamaciones.
En contraste, nunca se asocia con la oposición a la superexplotación y el malestar social sufrido por los trabajadores, ya sean mujeres u hombres. Tampoco se expresa preocupación por los temas que están siendo deliberadamente ocultados por el PSOE, Sumar/Podemos, como la escalada de la guerra de EE. UU.-OTAN contra Rusia; crecientes indicios de una crisis económica global; otro repunte de la pandemia COVID-19; el emergente desastre climático que ha llevado a sequías e incendios forestales; y el ascenso de la extrema derecha de Vox en España y sus homólogos a nivel internacional.
Todas las organizaciones pseudoizquierdistas que orbitan alrededor de Sumar y Podemos se han unido con entusiasmo a la contienda, poniendo fin a sus habituales largas vacaciones de verano para otorgar aplausos absurdos a una campaña cínica animada por los partidarios de clase media adinerada del PSOE y Podemos. Izquierda Revolucionaria, que avisa que en el mes de agosto habrá “un ritmo menor por las vacaciones de verano” publicó cinco artículos en siete días. Su frente feminista Libres y Combativas declaró: “La fuerza del movimiento feminista ha puesto patas arriba unos de los grandes reductos del poder y del machismo más recalcitrante.”
Cynthia Luz, de la tendencia morenista Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT), hizo el intento más directo y degradante de conectar el incidente con la difícil situación de los trabajadores, escribiendo: “El movimiento feminista que despertó con el MeToo, dio voz a todas las mujeres acosadas por el machismo patriarcal. Que el ‘SeAcabó’ de las deportistas se convierta en un altavoz de todas las trabajadoras y jóvenes ‘sin voz’ que en los oscuros centros de trabajo son diariamente despreciadas e ignoradas.”
El carácter histérico de las demandas para enjuiciar a Rubiales incluso ha permitido que los neofascistas de Vox se postulen como defensores de los derechos democráticos y el sentido común, atrayendo a amplios sectores de la población que, aunque rechazan con razón el acto de Rubiales, no la ven como abuso sexual. El líder de Vox, Santiago Abascal, declaró el miércoles: “Toda esta polémica ha sido generada por el Gobierno de Sánchez y sus terminales mediáticas para ocultar los grandes problemas en los que está sumida España”, y añadió “Con sentido común se puede distinguir lo que es una grosería o mala educación de lo que es un delito”.
En condiciones en las que la clase gobernante de España no es capaz siquiera de formar un gobierno estable, la postura política sobre Rubiales y los sofocantes niveles de atención mediática se están utilizando como un somnífero con la intención deliberada de desorientar a la clase trabajadora. Los trabajadores y jóvenes con conciencia de clase deben oponerse firmemente a la campaña que está siendo impulsada por el establishment político y los medios de comunicación. Su naturaleza histérica refleja esencialmente el temor de la clase gobernante de que está perdiendo su control político-ideológico sobre la clase trabajadora en condiciones de un resurgimiento global de la lucha de clases en España, Europa e internacionalmente.
(Publicado originalmente en inglés el 1 de septiembre de 2023)