El primer ministro Kyriakos Mitsotakis de Nueva Democracia (ND) asumió su cargo el lunes tras derrotar contundentemente a la oposición compuesta por Syriza (Coalición de la Izquierda Radical-Alianza Progresista) en las elecciones generales griegas del domingo.
Además de la reelección del partido de derecha ND, volvieron a consolidarse tres partidos de extrema derecha en el Parlamento obteniendo más del 12 por ciento en su conjunto y 34 escaños.
La elección de un Gobierno conservador y el avance de la extrema derecha, resumido por un analista como “el Parlamento más conservador desde la restauración de la democracia griega en 1974”, fueron responsabilidad de Syriza.
Cuando ocuparon el poder de 2015 a 2019, Syriza impuso medidas salvajes de austeridad, mantuvo y financió el papel clave de Grecia dentro de la OTAN, e implementó medidas brutales contra los inmigrantes para resguardar la “Fortaleza Europea” a instancias de la Unión Europea (UE). Tan solo ha profundizado esta agenda desde entonces, desmovilizando y traicionando a los trabajadores y jóvenes que buscaban en ella liderazgo.
Syriza llegó al poder inicialmente en enero de 2015 en una avalancha impulsada por promesas de poner fin a las medidas de austeridad exigidas por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero en cuestión de meses demostró que era un partido completamente al servicio de la burguesía. El Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) calificó esto como “una experiencia estratégica inmensa para la clase trabajadora” en su declaración “Las lecciones políticas de la traición de Syriza en Grecia”.
Desde el comienzo, el CICI rechazó las afirmaciones de Syriza y de sus muchos simpatizantes pseudoizquierdistas a nivel internacional de que su elección llevaría a la implementación de medidas izquierdistas e incluso socialistas. Con base en un análisis del carácter de clase de Syriza como representante de la clase media-alta con un programa procapitalista, el CICI advirtió que pronto abandonaría sus promesas e impondría la ofensiva de medidas de austeridad exigida por los acreedores de Grecia, lo que fortalecería las fuerzas de extrema derecha y fascistizantes.
En una perspectiva el 27 de enero de 2015, “El significado de la elección de Syriza en Grecia”, el WSWS declaró:
El Comité Internacional de la Cuarta Internacional rechaza con desdeño la excusa política de la pseudoizquierda pequeñoburguesa para justificar su apoyo a Syriza y a su agenda procapitalista, de que un Gobierno de Tsipras es una “experiencia” necesaria para la clase trabajadora que la hará entender de alguna manera la necesidad de políticas auténticamente socialistas.
Tales sofismas tan solo se plantean en oposición al desarrollo de un movimiento revolucionario de la clase trabajadora, que solo es posible por medio de una exposición política intransigente de Syriza. Esta tarea la ha asumido el World Socialist Web Site para preparar a los trabajadores y jóvenes para las luchas decisivas a las que se enfrentan en Grecia e internacionalmente.
En un artículo publicado el día siguiente, “La victoria electoral de Syriza y la pseudoizquierda”, el WSWS escribió:
Otro de sus argumentos [de la pseudoizquierda] es que hay que apoyar a Syriza para que la clase obrera atraviese estas experiencias y aprenda de ellas. Esto es cinismo puro. Dados los enormes peligros presentados por un Gobierno de Syriza, la tarea de un partido marxista es destapar los intereses de clase que representa Syriza, advertirle a la clase obrera sobre sus consecuencias y ofrecerle una orientación socialista clara.
El análisis del CICI sobre Syriza fue colocado en el contexto de la aparición de formaciones políticas similares a nivel internacional, como Podemos en España, el partido La Izquierda en Alemania, el Bloque de Izquierda en Portugal y el Nuevo Partido Anticapitalista en Francia.
La traición de Syriza marcó una pauta que se repetiría más allá de las fronteras de Grecia. Jeremy Corbyn fue elegido líder del Partido Laborista británico en septiembre de 2015. La misión declarada de Corbyn era salvar al Partido Laborista de la “Pasokificación”, el hundimiento experimentado por el socialdemócrata PASOK griego tras imponer el primer paquete de medidas de austeridad dictadas por la UE y el FMI.
En su discurso de victoria en la Conferencia Especial del Partido Laborista de 2016, Corbyn declaró: “Desde el derrumbe de 2008, la demanda de una alternativa y el fin de la contraproducente austeridad ha llevado al surgimiento de nuevos movimientos y partidos en un país tras otro. ... En Reino Unido, ha ocurrido en el corazón de la política tradicional, en el Partido Laborista, algo de lo que deberíamos estar extremadamente orgullosos”.
Entre los más fervientes partidarios de Corbyn se encontraba el antiguo ministro de Finanzas de Syriza, Yanis Varoufakis, quien solo dimitió del Gobierno hasta julio de 2015 para distanciarse de las medidas de austeridad impuestas por Tsipras, cuya negociación había protagonizado. Corbyn llegó a emplear a Varoufakis como asesor económico.
El resultado de la “experiencia” de Corbyn, cuatro años de abyecta capitulación política ante sus oponentes de derechas dentro y fuera del Partido Laborista, fue una derrota. Ahora dirigido por Sir Keir Starmer, el laborismo está comprometido con la austeridad salvaje y marcha al unísono junto al despiadado Gobierno conservador para apoyar la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania.
Después de afirmar que los trabajadores tenían que pasar por la “experiencia” de los Gobiernos de Syriza y los de su calaña para llegar al socialismo, ninguna tendencia pseudoizquierdista ha reconocido siquiera que el resultado ha sido siempre un bandazo a la derecha. Por otra parte, después de cada traición política, prosigue la búsqueda de la próxima Syriza, una formación pequeñoburguesa que emplee un puñado de frases que suenan izquierdistas y que pueda ofrecerse como una falsa alternativa de dirección para la clase obrera.
No es posible otra conclusión fuera de que los grupos pseudoizquierdistas buscan activamente la neutralización política de la clase obrera con el fin de asegurar la existencia privilegiada y cómoda que disfrutan dentro del capitalismo.
La lección esencial que deben extraer los trabajadores y los jóvenes a nivel internacional es la necesidad de construir secciones del CICI en Grecia y en todos los países. Los escritos del CICI sobre las tendencias pseudoizquierdistas representan el armamento teórico necesario de los trabajadores para llevar adelante esta lucha.
(Publicado originalmente en inglés el 26 de junio de 2023)
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