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Perspectiva

La estrategia de seguridad nacional de Alemania: planes para una guerra total

Tanque Leopard 2 durante una visita del ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius al batallón de tanques 203 del Ejército Alemán en los cuarteles Mariscal Rommel en Augustdorf, 1 de febrero de 2023 [AP Photo/Martin Meissner]

En una perspectiva al principio de la contraofensiva ucraniana, el World Socialist Web Site advirtió:

La guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia está evolucionando rápidamente hacia una lucha prolongada cada vez más violenta, sangrienta y de carácter global. El conflicto ha entrado en el campo gravitacional de la guerra total, es decir, una guerra de destrucción ilimitada, con total desprecio por la vida y a la que se subordinan todas las necesidades sociales de las masas populares. Su corolario es el ataque directo a la clase obrera en todos los países y la aniquilación de los derechos democráticos.

La estrategia de seguridad nacional alemana subraya la precisión de este análisis. El documento, titulado “Atentos. Resilientes. Sostenibles. Seguridad integrada para Alemania”, es un plan para librar la guerra en el exterior y establecer un Estado policial en casa.

Fue presentado el miércoles por el canciller socialdemócrata Olaf Scholz (SPD); la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock (Los Verdes); el ministro de Finanzas, Christian Lindner (Partido Democrático Liberal; FDP); el ministro de Defensa, Boris Pistorius (SPD); y la ministra del Interior, Nancy Faeser (SPD) en el centro federal para ruedas de prensa en Berlín.

Incluso si la retórica, al menos cuando recurre a frases sobre la libertad y la democracia, es algo distinta a la del Imperio Alemán bajo el káiser o al Tercer Reich nazi, los objetivos son básicamente los mismos. La burguesía considera la invasión rusa de Ucrania, provocada por la OTAN, y el reparto en marcha del mundo como oportunidades para que el imperialismo alemán se reafirme como líder militar pese a sus crímenes históricos.

En su prólogo, Scholz escribe: “La guerra brutal de agresión librada por Rusia contra Ucrania desafía fundamentalmente el orden de seguridad europeo. Al mismo tiempo, el orden global está cambiando: están apareciendo nuevos centros de poder; el mundo del siglo veintiuno es multipolar”. Alemania está preparada para “cambios estratégicos como estos” y percibe la “nueva época” como una oportunidad “para finalmente equipar a nuestra Bundeswehr (Ejército Alemán) de manera apropiada”.

Con un fondo especial para la Bundeswehr de 100 mil millones de euros, el Gobierno ya comenzó su mayor rearme desde Hitler. Ahora se va a intensificar. “Ante la nueva época, debemos invertir principalmente en nuestra resiliencia y capacidad de defensa”, declara el documento. Los costes van a ser incurridos por los trabajadores en todos los respectos.

El Gobierno está persiguiendo el objetivo abierto de aumentar el gasto militar alemán al 2 por ciento del PIB, excluyendo el fondo especial, para permitir que la Bundeswehr pueda librar guerras permanentemente. El Gobierno alemán, al tiempo que cumplirá con los objetivos planeados por la OTAN, convertirá la Bundeswehr en las fuerzas armadas convencionales más poderosas en Europa en los próximos años, con la capacidad para reaccionar y actuar rápido y de manera sostenible”, afirma el documento.

Los escenarios incluyen una guerra nuclear. El documento continúa: “En la Alianza Atlántica debemos ser capaces y estar decididos a hacer frente a todas las amenazas militares: nucleares, convencionales, pero también en ciberdefensa y en vista de las amenazas contra nuestros sistemas espaciales... Alemania seguirá contribuyendo a ello en el marco de la participación nuclear y aportará sin interrupción las aeronaves necesarias para portaaviones”.

En otro punto, la estrategia de seguridad nacional se compromete a “aplicar el concepto estratégico de la OTAN de junio de 2022 en todos sus aspectos”. Esto significa ni más ni menos que prepararse para una Tercera Guerra Mundial con armas nucleares. El “concepto estratégico de la OTAN” dice: “Proporcionaremos individual y colectivamente toda la gama de fuerzas... necesarias para la disuasión y la defensa, incluida la guerra interdimensional de alta intensidad contra competidores equivalentes que posean armas nucleares”.

A pesar de que el rearme y la ofensiva bélica de Alemania se están llevando a cabo actualmente dentro del marco de la OTAN y en estrecha alianza con los aliados imperialistas de Alemania –en muchos lugares se habla de una estrecha “amistad” y “asociación” con Francia y Estados Unidos—, la clase dominante está trabajando sistemáticamente para perseguir sus objetivos económicos y geopolíticos de forma independiente en el futuro. El viejo objetivo del imperialismo alemán de “liderar Europa para liderar el mundo”, que engendró dos guerras mundiales y el fascismo en el siglo veinte, ha vuelto.

El documento afirma: “La capacidad de Europa para actuar de forma independiente es cada vez más un requisito previo para la seguridad de Alemania y Europa. Esto incluye los Estados miembros de la UE con fuerzas armadas modernas y de alto rendimiento, así como una industria europea de seguridad y defensa de alto rendimiento y competitiva internacionalmente, que siente las bases de las capacidades militares de las fuerzas armadas”.

En otras partes, la estrategia afirma: “Queremos hacer de la Unión Europea un actor geopolíticamente capaz que garantice a las generaciones futuras su seguridad y soberanía. El Gobierno Federal apuesta por una mayor integración de la UE, por su cohesión y por su ampliación para incluir los Estados de los Balcanes occidentales, Ucrania, la República de Moldavia y, en el futuro, Georgia”.

La unificación de Europa bajo el liderazgo alemán se convierte a su vez en un proyecto militar. “El Gobierno alemán seguirá ampliando y reforzando su presencia militar en la zona de la alianza para proteger a nuestros aliados, también para poder servir de socio militar fiable a nuestros aliados”. Además, Alemania asumirá “una responsabilidad especial en el empleo de las fuerzas de despliegue rápido de la UE”.

La estrategia de seguridad nacional difiere de anteriores documentos estratégicos de política exterior ya que formula más explícitamente lo que está en juego. No se trata de derechos humanos ni valores, aunque estas frases propagandísticas aparezcan repetidamente en el documento, sino de intereses imperialistas concretos.

“A la hora de decidir sobre nuevos proyectos de extracción de materias primas, incorporaremos cada vez más consideraciones de política de seguridad”, dice la sección titulada “Aumento de la resiliencia económica y financiera y de la seguridad de las materias primas”. El Gobierno Federal “reforzará la gestión de crisis para las materias primas críticas” y “abogará por la creación de condiciones generales y adecuadas para la promoción de proyectos de materias primas según los intereses estratégicos de Alemania y la UE.” En total, el término “materia prima” o “materias primas” aparece 29 veces en el documento, y la palabra “intereses” 22 veces.

La política exterior alemana sigue líneas cada vez más similares a las de la Primera y Segunda Guerras Mundiales y persigue los mismos intereses depredadores. Lo mismo ocurre con la política interior.

La estrategia de seguridad nacional subordina todos los ámbitos de la vida económica y social al concepto de “seguridad” y los declara de facto relevantes para la guerra. Entre ellos se incluyen las políticas climática, sanitaria y fiscal, la ciencia, la educación y la atención a la infancia, las “infraestructuras críticas” del país y la “regulación del ciberespacio”, un eufemismo para el control y la censura del internet.

“Los próximos enfrentamientos geopolíticos no solo tendrán lugar entre Estados, sino cada vez más a nivel social”, afirma el documento. Y un recuadro resaltado en azul dice: “Debido a las fuertes interacciones entre la seguridad exterior e interior, la capacidad del Estado alemán para actuar en el exterior depende cada vez más también de su capacidad de resistencia interna. Esto es responsabilidad conjunta del Estado, la economía y la sociedad”.

En otras palabras, la política de guerra exterior requiere la cooptación militarista de la sociedad a nivel interno. Esto incluye el despliegue interno de la Bundeswehr. El Gobierno Federal procura “seguir desarrollando conceptualmente los ejercicios transnacionales e interdepartamentales de gestión de crisis (LÜKEX).” Desde 2018, el ejército participa en estos ejercicios. En el contexto de la historia alemana, se trata de una seria advertencia. La clase dominante utilizó las fuerzas armadas como instrumento de opresión durante el Imperio Alemán, la República de Weimar y el Tercer Reich.

La estrategia de seguridad nacional deja claro a qué se enfrentan los trabajadores y los jóvenes. La guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, en constante escalada, forma parte del impulso hacia una Tercera Guerra Mundial, con todas las consecuencias que tal conflicto conllevaría. Mientras el SPD y Los Verdes en el Gobierno organizan la ofensiva bélica y cuentan con el apoyo del partido La Izquierda, el Partido Socialista por la Igualdad (SGP) ha luchado desde el principio contra el retorno del militarismo alemán. El SGP ya lo advirtió en una resolución en 2014:

La propaganda de la posguerra, que afirmaba que Alemania había aprendido de los terribles crímenes de los nazis, que había “llegado a Occidente”, que había adoptado una política exterior pacífica y que se había convertido en una democracia estable, ha quedado al descubierto como una mentira. El imperialismo alemán vuelve a mostrar sus verdaderos colores tal y como surgieron históricamente, con toda su agresividad dentro y fuera del país.

Esta apreciación se ha confirmado en todos los aspectos. En todos los países imperialistas se está produciendo una evolución similar. Esto significa que la clase obrera y la juventud de todo el mundo se enfrentan a las mismas tareas revolucionarias. Para evitar una Tercera Guerra Mundial y la destrucción del planeta, deben luchar contra las políticas de guerra capitalistas y abogar por un programa socialista internacional.

(Publicado originalmente en inglés el 15 de junio de 2023)

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