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La policía de París agrede a los recolectores de basura en huelga contra los recortes de Macron

Desde hace una semana, los trabajadores de la basura de París y otras ciudades francesas están en huelga contra los recortes de pensiones de Macron. Cuando la primera ministra Elisabeth Borne anunció los planes para imponer los recortes sin tan siquiera una votación en el parlamento, la prefectura de policía de París anunció a su vez que prohibiría la huelga y requisaría a los trabajadores para obligarlos a volver al trabajo. Es fundamental movilizar de manera amplia a los trabajadores para defender a los trabajadores de la basura y a otros cuyo derecho a la huelga está bajo ataque del estado.

El Estado francés está enviando policías antidisturbios fuertemente armados para atacar a los huelguistas, romper los piquetes y obligar a los trabajadores a volver al trabajo. Esta orden de requisición es una advertencia a los trabajadores tanto en toda Francia como internacionalmente de que el estado capitalista está llevando a cabo un asalto frontal contra el derecho de huelga. Este derecho ha sido garantizado constitucionalmente en Francia desde la caída del régimen colaboracionista nazi de Vichy, el cual prohibió las huelgas.

El jueves por la mañana, en una señal de que Macron está preparando una represión brutal de las continuas protestas contra los recortes de pensiones, la policía agredió los piquetes de los trabajadores de la basura en el suburbio parisino de Ivry.

El gobierno se enfrenta a una explosiva oposición de masas contra su ilegítima reforma de las pensiones. Millones de personas se han manifestado en toda Francia durante varias semanas durante los días de movilización organizados por los sindicatos. En una encuesta publicada en Le Journal du Dimanche (JDD), el 67 por ciento de los franceses están a favor del bloqueo del país. El 62 por ciento quiere que la movilización continúe a pesar de la adopción de la reforma de las pensiones.

El otoño pasado, el gobierno también ordenó la requisa de los trabajadores de las refinerías que estaban en huelga contra la inflación y para exigir aumentos salariales, mientras que Francia enfrentaba una escasez de combustible que debilitaba al gobierno de Élisabeth Borne. Esta acción tuvo como precedente el uso por parte del gobierno de Sarkozy de la orden de requisa contra los trabajadores de las refinerías en 2010 para aplastar una huelga que a la larga fue aislada por las burocracias sindicales.

Desde el 6 de marzo, el Estado, el Ayuntamiento de París y la prefectura han estado trabajando juntos para reprimir la huelga de recogida de basuras, mientras buscan culparse mutuamente los unos a los otros por llevar a cabo tal medida. El ministro del interior Darmanin había pedido específicamente a la alcaldesa del PS en París, Anne Hidalgo, que requisara a los trabajadores de la basura en huelga hasta el próximo lunes para retirar las más de 9.000 toneladas de residuos. Se ha recurrido a empresas privadas que operan en otros municipios para limitar los riesgos sanitarios.

El miércoles 15 de marzo, el prefecto de la policía de París, Laurent Núñez, le pidió a Hidalgo en una carta que requisara a los recolectores de basura, alegando el riesgo para la salud pública: “La concentración de basura, especialmente alimentos, en ciertas calles de París, [hace] correr riesgos para la población, ya que dificulta el paso seguro de los peatones, en particular el de las personas con movilidad reducida, plantea un problema de higiene pública y favorece la proliferación de ratas, portadoras de enfermedades transmisibles al hombre”.

El miércoles por la noche Hidalgo dio su consentimiento a la requisa, pero sin ponerla en marcha ella misma. Dijo que era responsabilidad del estado requisar a los trabajadores.: 'Es paradójico que el Estado pida a las autoridades locales que resuelvan un problema que él mismo ha creado, mientras que la requisición es por derecho una responsabilidad estatal'.

Núñez finalmente anunció este jueves, 16 de marzo, la requisa. El ayuntamiento facilitó ese día la lista de 4.000 recolectores de basura, para que la prefectura pudiera proceder a las requisiciones.

Desafiar la orden de requisición es un delito punible con seis meses de prisión y una multa de 10.000 euros.

Además del paro de los recolectores de basura de París, las tres incineradoras que queman desechos en París fueron detenidas debido a la huelga de sus trabajadores. Estas también son objeto de la requisición de la plantilla en huelga.

Ocho autobuses de gendarmes intervinieron para romper la huelga contra la incineradora de Ivry-sur-Seine, incluso disparando salvas de gases lacrimógenos, después de haber desbloqueado otra incineradora en Vitry-sur-Seine.

Los huelguistas fueron agredidos y tres fueron arrestados.

La política dictatorial del gobierno de Macron y, en última instancia, de los mercados financieros es imponer sus políticas enormemente impopulares y confiar en las fuerzas policiales para reprimir físicamente la oposición de los trabajadores. La creciente crisis financiera y la guerra OTAN-Rusia están siendo aprovechadas por los gobiernos de Francia y de toda Europa para justificar la represión sistemática de los trabajadores y atacar el derecho de huelga.

Los trabajadores no pueden dejar la lucha contra la represión policial en manos de las burocracias sindicales. Los líderes sindicales han estado negociando la reforma de las pensiones con el gobierno durante meses. Buscan sobre todo encontrar un acuerdo negociado con Macron, no unificar a la clase obrera y evitar movilizarla contra la amenaza de la represión.

El otoño pasado, las burocracias sindicales no buscaron movilizar a los trabajadores más ampliamente contra la requisición de los trabajadores de las refinerías. En la refinería Total en La Mède, el delegado de la CGT, Fabien Cros, dijo que no entendía lo que significaba la amenaza de Borne de requisar a los huelguistas y desbloquear las refinerías. Cros dijo: '¿Desbloquear las refinerías? Pero no las estamos bloqueando, estamos en huelga. Después, si quieren venir y girar las válvulas ellos mismos ... No entiendo el marco legal de esta demanda'. La burocracia de la CGT permitió a la policía requisar a varias docenas de trabajadores que desempeñaban roles críticos para mantener la producción.

Para coordinar las luchas para defender a sus hermanos y hermanas de clase amenazados con órdenes de requisición, los trabajadores necesitan construir sus propios comités de base, independientes de las burocracias sindicales.

La crisis capitalista global y la lucha de los trabajadores que están dispuestos a bloquear la economía subrayan el carácter objetivamente revolucionario de la situación en Francia e internacionalmente. La batalla por defender los derechos democráticos y sociales contra la austeridad y el gobierno del estado policial está indisolublemente ligada a la lucha contra la guerra y las luchas huelguísticas que están aumentando en países de toda Europa. La perspectiva de negociar con Macron en el marco nacional de las burocracias sindicales es una completa bancarrota.

La tarea de los trabajadores en Francia es unir sus luchas con los trabajadores en Europa y de más allá que están peleando contra la aristocracia financiera internacional. Esto implica una lucha para derrocar al gobierno de Macron, detener la guerra de la OTAN contra Rusia y apoderarse de la inmensa riqueza pública que se transfiere a los súper ricos en interminables rescates bancarios. Pará esto, los trabajadores deben crear sus propias organizaciones independientes de los sindicatos, construir la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base y asumir la lucha por el socialismo.

(Publicado originalmente en inglés el 17 de marzo de 2023)

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