En un evento de panel reciente presentado por la sección del estado de Maine de la organización Socialistas Democráticos de América (DSA), Vladyslav Starodubstev, un líder del Sotsialnyi Rukh (Movimiento Social) ucraniano pseudoizquierdista, propuso la perspectiva escalofriante de que 'la guerra crea la posibilidad de la promoción de ideas socialistas en Ucrania”. Los panelistas y los moderadores de la DSA afirmaron su acuerdo con el orador y exigieron que el gobierno estadounidense desplegara más carros de combate, misiles y obuses para realizar la guerra contra Rusia, sin importar el riesgo de un holocausto nuclear.

Esto fue el resultado de un evento cínicamente titulado “Socialistas ucranianos, rusos y polacos alzan la voz por la paz”, moderado por miembro de la DSA y exlíder de la Organización Internacional Socialista (ISO, por sus siglas en inglés) desaparecida, Todd Chretien.

Es un raro tipo de reunión de “paz” que exige el despliegue de armas estadounidenses, elogia la OTAN y el Pentágono, explícitamente se opone a una solución negociada para la guerra en Ucrania e insta la “solidaridad” con un gobierno dominado por neonazis.

Starodubstev rápidamente llegó en la esencia de su argumento:

“La gente ucraniana tiene derecho a luchar”, dijo, “Gente izquierdista puede apoyar a la gente ucraniana a luchar por ser ucranianos. Para apoyar esta lucha, la gente necesita expresar su opinión a favor de enviar armas a Ucrania y limitar las posibilidades militares del régimen ruso, por abogar por sanciones. Éste es el punto principal. Las soluciones diplomáticas no funcionarán. Tener una discusión diplomática, negociar algo, uno necesita tener poder”.

Además de Starodubstev, también figuró en el evento Zofia Malisz, una representante del partido pseudoizquierdista polaco Razem. Malisz repitió el llamado de Starodubstev por la expansión de la guerra.

“Debemos enviar armas a Ucrania”, dijo. “Raramente te encuentras en una situación en que quizás estés de acuerdo prácticamente con el Departamento de Estado estadounidense. Te encuentras de repente en una alianza con lo que está haciendo la OTAN”.

En realidad, no hay nada “raro” sobre esto. La DSA y sus socios internacionales representan una sección de la clase media alta cuyos intereses materiales corresponden al impulso de Wall Street por la dominación mundial. Ellos “están de acuerdo prácticamente” con el imperialismo estadounidense porque comparten los mismos intereses sociales. A lo largo de su existencia, la DSA ha formado una parte del Departamento de Estado y el aparato imperialista. El fundador del DSA Michael Harrington dijo, recordemos, que la organización jugaría “un tipo de papel proamericano, pro Guerra Fría, pro Departamento de Estado”.

Chretien, quien habló después de la petición de Starodubstev y Malisz por envíos de armas, declaró, “Tenemos los mismos principios y objetivos finales. Creo que los camaradas en Ucrania absolutamente tienen derecho a pedir cualquier ayuda que necesiten y que socialistas deben sentirse completamente confidentes en proveer la ayuda que podamos. Desafortunadamente, o afortunadamente, la DSA no controla el Departamento de Estado estadounidense o el Pentágono, por eso no tenemos el control sobre lo que nuestro gobierno envía”.

En las secuelas de la reunión de la DSA, el gobierno a que Chretien se refirió reveladoramente como “nuestro gobierno” acordó a enviar a Ucrania $40 mil millones en ayuda militar. Cada uno de los miembros de la DSA en el Congreso, incluidos Alexandria Ocasio-Cortez, Jamaal Bowman, Cori Bush y Rashida Tlaib, votaron a favor del paquete de ayuda. Ilhan Omar y Bernie Sanders, los que técnicamente no son miembros de la DSA, también votaron a favor del proyecto.

Para justificar su petición por armas, los oradores en el evento de la DSA minimizaron el papel jugado por neonazis en el ejército ucraniano y denunciaron toda la crítica izquierdista del imperialismo estadounidense y de la OTAN por “justificar el genocidio”.

Starodubstev atacó a los que critican la expansión hacia el este de la OTAN por “repetir la propaganda rusa”.

“Cuando la gente intenta referirse a la OTAN, simplemente está justificando la agresión rusa contra la gente ucraniana, justificando el genocidio contra la gente ucraniana”, dijo él. “Necesitamos luchar fuertemente contra cualquier incomprensión. Espero que esta discusión ayudare a fomentar esta comprensión dentro de la DSA”.

Malisz dijo que “izquierdistas occidentales” que criticaron la OTAN estaban involucrados en “pensamiento centrado en Estados Unidos”. Ella atacó no solo a opositores de la OTAN, sino también a todos que abogan por un fin negociado a la guerra. “Sean precavidos con los que dicen que el Occidente debe hablar con Rusia y negociar la neutralidad de Ucrania. Hablar así sin la participación de países que son afectados directamente vale lo mismo que las actitudes más arrogantes que el occidente ha tenido en cualquier lugar”. Ella dijo que era “neocolonial” y “orientalista” apoyar una paz negociada.

Malisz llamó la expansión de la OTAN un “mito”, y dijo, “La expansión de la OTAN es uno de los mitos más persistentes en la izquierda, particularmente la izquierda occidental. Intelectuales izquierdistas dicen ‘sí condenamos al régimen de Putin, pero’, y usan eso como el prefacio de una letanía de críticas contra la OTAN y siempre contienen este mito sobre la expansión de la OTAN”. De hecho, la expansión constante de la OTAN hacia el este es una violación de garantías repetidas hechas por las potencias imperialistas a los oligarcas rusos que usurparon el poder después de la disolución de la Unión Soviética.

Los panelistas respondieron a alguien en la audiencia que habló y expresó su preocupación sobre el hecho de que armas enviadas a Ucrania estuvieran terminando en las manos de fascistas como el Batallón de Azov.

La respuesta de Starodubstev fue reasegurar a la audiencia que “el ejército ucraniano es político y tiene una estructura centralizada para que las armas sean distribuidas centralmente. …La posibilidad de que [la ultraderecha] use estas armas para impulsar su objetivo político es muy baja”, dijo Starodubstev. Buscó dar confort a la persona que hizo la pregunta por decir, “No creo que la ultraderecha usare aeroplanos y misiles Javelin contra minorías”.

Starodubstev presentó el ejército ucraniano armado por la OTAN como una fuerza por el socialismo. “Socialistas están luchando en el ejército”, dijo, y si armas se envían, “más gente verá” la valentía de soldados socialistas. No abordó el hecho de que batallones enteros del ejército ucraniano son explícitamente neonazis, o que la mayoría de la dirección política del país son admiradores de Stepan Bandera, el colaborador nazi que participó en el Holocausto. El ejército ucraniano, insistió, es una fuerza progresista y popular que está luchando una “guerra anticolonial”.

Malisz estresó que los socialistas no deben tener vergüenza sobre apoyar las posiciones de sus gobiernos imperialistas. “Es incómodo”, reconoció, “y acontece que me encuentro en esa posición, de acuerdo con los políticos liberales alemanes o los conservadores cristianos demócratas en Europa”.

Ella luego abordó los “orígenes históricos” de su armonización presente con el imperialismo alemán. Se refirió a los partidos de la burguesía alemana y dijo, “también lucharon contra la agresión soviética, según motivaciones solo parcialmente coincidentes. Por eso tienen que entender las diferencias del motivo, pero no tener una reacción refleja a rechazar la solución, como el envío de armas a Ucrania”.

Aunque no le pidieron que clarificara su significado, la referencia por Malisz a la lucha de Alemania contra la “agresión soviética” es sumamente importante, al considerar que la burguesía alemana bajo Hitler invadió la Unión Soviética, mató a 30 millones de soldados y civiles soviéticos y llevaron a cabo la exterminación sistemática de la población judía de Europa.

Malisz concluyó su discurso con una declaración que resume la actitud de las tendencias involucradas: “Unos de la izquierda dicen que la izquierda tiene una obligación a ofrecer una alternativa al punto de vista general. Yo difiero”. Ella dijo que los que creen en “la paz abstracta o sueñan con la revolución” han perdido “completamente el contacto con la realidad”.

Era un final apropiadamente patético para esta reunión de belicistas imperialistas. Sobre el último punto de Malisz, opositores genuinamente socialistas de la guerra responden con las palabras de Vladímir Lenin, quien escribió:

Una clase revolucionaria no puede hacer el contrario de desear la derrota de su gobierno en una guerra reaccionaria, no puede fracasar en ver que sus fracasos militares facilitan su derrocamiento. Solo un burgués que cree que una guerra iniciada por los gobiernos necesariamente tiene que terminar como una guerra entre gobiernos y quiere que termine así, puede creer que es “ridícula” y “absurda” la idea de que los socialistas de todos los países beligerantes deban desear la derrota de todos “sus” gobiernos y expresar este deseo.

Ésa es la perspectiva de socialistas genuinos a la guerra creciente de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en Ucrania. No hay nada sorprendente sobre la organización por el DSA de un evento que declara que la guerra imperialista “crea la posibilidad de la promoción de ideas socialistas”. Éste es el papel que la DSA ha jugado durante medio siglo. No es una organización socialista, es una sección del Partido Demócrata y la maquinaria bélica imperialista estadounidense.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de junio de 2022)