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Cincuenta y cinco inmigrantes muertos y más de 100 heridos en un accidente de camión en México

El horrible accidente de un camión repleto de migrantes en el sur de México ha dejado al descubierto el coste humano de las políticas antiinmigrantes aplicadas por el gobierno de Biden con la colaboración de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México.

La cifra de muertos en el accidente, ocurrido en una carretera del sureño estado mexicano de Chiapas entre Corzo y Tuxtlas, se elevó a 55 el viernes, después de que una joven de 16 años que era atendida en un centro médico local sucumbiera a sus heridas. Los informes indican que hay varios niños y adolescentes entre los muertos y los más de 100 heridos. Según los recuentos preliminares, 83 hombres y 22 mujeres fueron hospitalizados en diversos centros.

Cuerpos de inmigrantes muertos en accidente de camión en Chiapas México [Fuente: Twitter]

Los vídeos y las fotografías del lugar del accidente presentan una escena infernal. Algunos de los al menos 161 inmigrantes que iban en el remolque del camión fueron arrojados del vehículo, mientras que otros quedaron muertos dentro de los restos o se les vio haciendo un tortuoso intento de salir de la masa de cuerpos que había dentro del remolque dañado.

En los vídeos grabados en el lugar del accidente se podían oír los gritos y los lamentos de los familiares que intentaban desesperadamente reanimar a los fallecidos en el accidente. Las filas de cuerpos estaban cubiertas con sábanas blancas, mientras que otros, con la cabeza sangrando, sobresalían de los restos.

Se oyó a un hombre llorar implorando a un amigo moribundo: 'Recuerda lo que le prometiste a tu madre. Aguanta'.

Los residentes del barrio obrero de El Refugio, cercano a la autopista, se apresuraron a acudir al lugar de los hechos para ayudar a los supervivientes como pudieron. Acusaron a la policía de no hacer nada.

a mayoría de los que viajaban en el camión eran de Guatemala, mientras que otros eran de México, Honduras, Ecuador y la República Dominicana. Varios de los muertos aún no han sido identificados.

Se ha determinado que la causa del accidente fue que el camión entró a gran velocidad en una curva pronunciada y chocó contra el muro de un paso elevado para peatones, lo que hizo que el vehículo cayera de lado. Es posible que los frenos no funcionaran y que el peso de los cuerpos humanos que iban en el remolque fuera un factor que contribuyera a ello. El conductor del vehículo huyó del lugar.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, emitió una declaración en las redes sociales en la que se mostraba 'horrorizado' por el número masivo de muertos y declaraba que 'toda persona que busca una vida mejor merece seguridad y dignidad'. Sin embargo, no dio ninguna indicación sobre qué fuerzas están negando a los inmigrantes este derecho, supuestamente garantizado por el derecho internacional, a la 'seguridad y dignidad'.

En una conferencia de prensa el viernes, el presidente de México, López Obrador (AMLO), dijo que la tragedia tenía que verse en el contexto de la 'monstruosa desigualdad económica y social' del mundo. A continuación, instó al gobierno de EE.UU. a abordar las 'causas de fondo', aumentando la ayuda a los países centroamericanos para mejorar las condiciones que impulsan las migraciones, y a iniciar un programa de 'visados temporales de trabajo' para permitir la entrada de algunos refugiados e inmigrantes.

El jefe de la Guardia Nacional de México, Luis Rodríguez Bucio, subrayó a los medios de comunicación que el camión no había pasado por ningún puesto de control de esta fuerza militar para detener el flujo de inmigrantes hacia el norte.

Las reacciones tanto de AMLO como del jefe de la Guardia Nacional fueron diseñadas para encubrir su responsabilidad en la muerte masiva a través de la aplicación de las políticas draconianas antiinmigrantes exigidas por Washington para evitar que los migrantes y refugiados lleguen a la frontera sur de Estados Unidos.

Esta represión ha visto la detención en México de más de 228.000 migrantes en lo que va de 2021, según el Instituto Nacional de Migración (INM) de México. Ha obligado a los migrantes a buscar medios cada vez más peligrosos para cruzar México, al tiempo que los deja a merced de los cárteles criminales que trabajan en conjunto con las fuerzas de seguridad mexicanas.

Las muertes masivas en el sur de México se producen tras el restablecimiento por parte de la administración Biden del Protocolo de Protección al Migrante (MPP) o programa 'Permanecer en México' de la era Trump, que obliga a todos los que solicitan asilo en la frontera sur de Estados Unidos a languidecer en campamentos improvisados en México, a la espera de la lenta progresión de sus solicitudes en los tribunales de inmigración estadounidenses.

El programa, combinado con la utilización del Título 42, una supuesta medida sanitaria que permite a las autoridades devolver a todos los migrantes con el espurio argumento de que suponen una amenaza de propagación del COVID-19 en un país que ya cuenta con el mayor número de casos del mundo, tiene como objetivo suprimir la inmigración e intimidar a quienes consiguen llegar a la frontera estadounidense.

Un informe publicado esta semana por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México reveló que la mitad de las personas devueltas al otro lado de la frontera en el marco del programa MPP de Washington habían sido víctimas de delitos, como secuestros, robos, extorsiones, asesinatos y violencia sexual. En la mayoría de los casos, las víctimas no denunciaron a la policía por miedo a sufrir más violencia a manos de las autoridades.

Mientras se lamenta de los efectos del programa MPP, el gobierno mexicano encabezado por el supuesto 'izquierdista' AMLO es totalmente cómplice del mismo, al aceptar la devolución de los migrantes, en su mayoría centroamericanos, a los que se les niegan sus derechos en virtud del derecho internacional como solicitantes de asilo.

Las lágrimas de cocodrilo derramadas por personajes como AMLO, los jefes de Estado centroamericanos y los funcionarios estadounidenses por la muerte masiva causada por el choque en Chiapas no pueden ocultar el hecho de que todos ellos son cómplices del régimen represivo diseñado para impedir el flujo de migrantes hacia la frontera con Estados Unidos que creó las condiciones para esta tragedia.

La abyecta negativa del gobierno estadounidense y de sus serviles clientes en México y Centroamérica a proporcionar a los inmigrantes un medio seguro y humano para llegar a Estados Unidos y presentar su caso de asilo, tal como lo garantiza el derecho internacional, ha creado una muerte masiva y un sufrimiento humano incalculable.

Los trabajadores de Estados Unidos deben defender a los trabajadores de América Central y del Sur, de Haití y del propio México, que están arriesgando sus vidas para intentar llegar a Estados Unidos. Esto significa rechazar el veneno antiinmigrante difundido por los partidos capitalistas, los medios de comunicación y los sindicatos y defender el derecho democrático de los trabajadores inmigrantes a vivir y trabajar en el país que elijan.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de diciembre de 2021)

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