El diario español online Público ha publicado mensajes de chat fascista de un grupo WhatsApp de 121 oficiales en servicio activo de la IX Promoción de Artillería. Estos mensajes apoyan a los oficiales fascistas retirados que en WhatsApp aclamaron al dictador fascista español, Francisco Franco, y pidieron un genocidio político de 26 millones de personas, cualquiera relacionado por sangre con los votantes del gobernante Partido Socialista Democrático (PSOE) y el partido "populista de izquierda" Podemos. Esto llega cuando aparecen videos de soldados españoles cantando canciones fascistas y neonazis y haciendo el saludo fascista.
Estos chats también exponen las falsas afirmaciones del secretario general de Podemos y del viceprimer ministro Pablo Iglesias, que minimiza y encubre el sentimiento fascista en el cuerpo de oficiales. Después de que se revelaran los chats de los oficiales retirados de WhatsApp, Iglesias dio un discurso en la televisión en horario de máxima audiencia, descartando los chats como irrelevantes, ya que provenían de personal no activo: "Lo que estos caballeros dicen, a su edad y ya retirados, en un chat con unos cuantos tragos de más, no representa ninguna amenaza".
Ahora está claro que los oficiales retirados hablaron por el sentimiento fascista que abunda en todo el cuerpo de oficiales, incluso entre los que están en servicio activo. El último chat filtrado por Público comienza con el oficial Alberto Vázquez enviando un artículo del diario online de extrema derecha esdiario.es. El artículo acusa al coronel José Ignacio Domínguez, antiguo participante del grupo de chat de oficiales retirados, de haber filtrado los chats a Infolibre y de estar relacionado con Iglesias.
Vázquez añade: "Confío que en este chat no haya ningún traidor hdlgp que denuncie a sus compañeros en el peor estilo chequista [término fascista para comunista] como este individuo sin valores ni compañerismo. Un chat privado es eso privado y en el que se puede decir lo que a cada cual le venga en gana, sin que nadie deba esperar del favor ni temer de la arbitrariedad de nadie, en uso de sus deberes y libertades individuales, que nada tienen que ver con el respeto que como militares guardamos a la constitución y a las leyes, no como ésta gentuza que las retuercen a su antojo para ver si de paso terminan con la nación y el Rey”.
Un oficial que se identifica como Membrilla responde con una pegatina de un artillero con el pulgar levantado, a lo que Vázquez responde refiriéndose al coronel Domínguez: "Yo me pregunto ¿cómo puede un tío que es militar, de alta graduación, mínimamente instruido y vivido, a sus setenta años, ser comunista? Siendo como es el comunismo el sistema político inventado por el hombre más genocida, más aniquilador de la libertad humana, más contra Dios y los hombres que haya visto el ser humano?".
Después de este despotrique anticomunista, otros soldados activos intervienen para mostrar su apoyo a los oficiales fascistas retirados, el contenido de sus chats y atacar al supuesto denunciante Domínguez.
Burgos pregunta cínicamente, "¿Y dónde queda la ley de protección de datos, si se puede violar un chat privado?" Albert Vázquez responde: " "Debajo del moño de la rata". Iglesias es bien conocido por llevar su pelo largo en un moño, y Público señala que los grupos de extrema derecha han manipulado los enlaces de los medios sociales para que las búsquedas de "rata chepuda" en español devuelvan a Iglesias en los primeros resultados de la búsqueda.
Burgos —a quien Público identifica como subteniente Gabriel Burgos Sánchez, actualmente en la reserva pero no retirado— entonces apoya los mensajes fascistas de WhatsApp de los oficiales retirados, emitiendo una serie de ataques contra el gobierno de Podemos-PSOE típicamente usados por el partido fascista Vox en el parlamento.
Acusa al gobierno español de exagerar la pandemia de COVID-19, lamentando "un presidente [Pedro Sánchez] que yace con cifras de muertos", y denuncia a Podemos: "un Pablo Iglesias se permite el lujo de atacar a la Monarquía, alegrarse de que le peguen una paliza a un policia..." Burgos añade: "Y se atreven a atacar a un grupo de chat cuando no saben que es el sentimiento de muchos ante esta agresión y un mundo al reves a medida de los malvados? Señores, ......eso fue siempre el Comunismo !!!".
Burgos añade: "Además, considero que todo es un insulto a todos nosotros, que vienen a decirnos:
Habéis sido gili......entregando toda vuestra vida a la defensa de vuestro país, cuando a nosotros nos la pela!!!".
Finalmente, los miembros del chat se preocuparon de que estos mensajes se filtraran públicamente, ya que a sus despotriques fascistas se opone la abrumadora mayoría de los trabajadores y la juventud. García escribió, "tenemos que ser más cuidadosos", acompañando su texto con el saludo fascista y un puño con la bandera franquista con el águila imperial.
Según Público, en este grupo de chat "hay muchas otras charlas de marcado sesgo ultraderechista y se comparten también enlaces con llamamientos a derrocar al Gobierno actual”. Público dijo que publicará más chats de este tipo en los próximos días.
Estos informes confirman las advertencias del WSWS: en medio de la creciente desigualdad social y la crisis política desencadenada por la pandemia, poderosas fuerzas de la política burguesa europea están extendiendo y legitimando el fascismo. Aterrorizada por la creciente ira, las protestas y huelgas contra las políticas de "inmunidad colectica" y los rescates de billones de euros para las corporaciones y los bancos, la clase dominante está cultivando estas fuerzas contra la creciente radicalización de la clase obrera.
El hecho de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sea odiado por los fascistas no lo hace menos hostil a la clase obrera. Consciente de que la movilización de los trabajadores contra la amenaza de un golpe fascista les llevaría también a luchar contra su propio gobierno pro austeridad y militarista, Iglesias prefiere restarle importancia.
En la presentación de un libro reciente, Iglesias una vez más minimizó el significado de los chats, afirmando que afirmar que los militares podrían repetir un golpe como en 1981 "significa no entender este país". Criticó los intentos de "distraernos con los chats de los antiguos soldados; en su lugar deberíamos centrarnos en aquellas narrativas que buscan deslegitimar" al gobierno del PSOE-Podemos.
El argumento de Iglesias de que el sentimiento profranquista en el cuerpo de oficiales y los llamamientos al asesinato en masa son irrelevantes —en un país donde el golpe militar fascista de Franco en 1936 condujo a una dictadura fascista de casi cuarenta años, de 1939 a 1978— es políticamente criminal. En realidad, los franquistas del cuerpo de oficiales, tanto en activo como retirados, hablan en nombre de poderosos sectores de toda la clase dirigente española. Sus demandas de profunda austeridad social, guerra imperialista y políticas de "inmunidad colectiva" sobre COVID-19, y su conspiración golpista, proceden bajo la cobertura política proporcionada por Podemos.
Esto se debe a que Iglesias tiene mucho más miedo a la oposición masiva de los trabajadores y la juventud a su propia política de inmunidad y austeridad que a un golpe fascista.
Estos acontecimientos apuntan al creciente peligro de un gobierno militar-autoritario en España y en toda Europa, y a la necesidad de construir una alternativa trotskista a la política reaccionaria de Podemos —secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en España y a nivel internacional.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 28 de diciembre de 2020)