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Ciudad de María es un documental acerca del culto a la Virgen María en San Nicolás, un pueblo ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires. Este fenómeno religioso de enorme popularidad comenzó con una declaración de Gladys Quiroga de Motta, una vecina de San Nicolás, quien aseguró haber visto a la Virgen y hablado con ella por primera vez el 25 de Septiembre de 1983.
Hoy más de 400,000 peregrinos marchan a San Nicolás cada mes para visitar el santuario de la Virgen o para conocer a la enigmática Gladys, quien nunca ha dado una entrevista ni aparecido en público. Lo que hace que el film y el fenómeno social sean verdaderamente significativos (y trágicos) es el hecho de que, décadas atrás, este pueblo era el centro de la industria del acero. SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina) era la planta de acero más importante del país y representaba el principal soporte económico de la zona, hasta que fue privatizada por las políticas de Carlos Menem en 1991. Más de 8,000 trabajadores perdieron sus empleos.
Ciudad de María, dirigida por el joven de 29 años Enrique Bellande, abre con imágenes de viejos noticieros sobre el polémico cierre de la fábrica. El realizador luego presenta a vecinos, sacerdotes y periodistas comentando los detalles de este vasto y complejo fenómeno religioso. Personas de todas las edades y lugares se reúnen el día 25 de cada mes para rezarle a la Virgen. Rezan pidiendo por comida, trabajo y salud. La mayoría simplemente llega para agradecer.
Bellande, que es nacido en San Nicolás, se acerca a la historia desde un punto de vista que combina la curiosidad, la sorpresa y el respeto por las personas que visitan la ciudad. Pero su mirada nunca es ingenua en relación al contexto social y económico, y esto es lo que otorga al film su carácter profundo y revelador. Primero, el director muestra la influencia que ejercieron los medios—especialmente los diarios populares y los noticieros de televisión—en el desarrollo del culto. Luego entrevista a representantes de la iglesia local, incluyendo un supuesto “científico escéptico”, para dejar en claro que ellos también ayudaron a difundir el mito alrededor de Gladys al afirmar que creen en sus encuentros espirituales con la Virgen.
El aspecto más interesante es comprobar cómo San Nicolás se ha convertido en un polo de atracción turística a raíz de estos eventos religiosos. Desde las tradicionales estampitas hasta la remera más moderna, uno puede observar desfiles de vendedores ambulantes anunciando todo tipo de productos en torno del ícono católico. Un material aparentemente tan abstracto y frágil como la fe representa ahora la principal fuente de ingresos para mucha gente que solía vivir de la fabricación de acero. Con su colorida y precisa descripción de los hábitos y actitudes cotidianas, Ciudad de María logra llegar al corazón de esa extraña contradicción.
Ciudad de María ganó el premio a la Mejor Película en la categoría “Lo nuevo de lo nuevo” en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires. Enrique Bellande es responsable del guión, la producción y la dirección del film, mientras que Pablo Trapero (director de Mundo Grúa) fue el productor ejecutivo.