El World Socialist Web site condena el ataque policial y arresto contra la candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein, en una protesta el sábado contra el genocidio en Gaza perpetrado por Israel con el apoyo de EE.UU. El arresto es parte de una ofensiva cada vez mayor contra los derechos democráticos básicos que dirige el Gobierno de Biden y que cuenta con el apoyo tanto del Partido Demócrata como el Partido Republicano.
Deben retirarse todos los cargos contra Stein y los cientos más que fueron arrestados en protestas estas semanas.
El candidato presidencial del Partido Socialista por la Igualdad (SEP; Socialist Equality Party), Joseph Kishore, condenó el arresto de Stein y señaló el carácter políticamente coordinado del ataque a los manifestantes y su conexión con las guerras que están siendo libradas por Estados Unidos y sus aliados:
El ataque a las protestas en todo el país está siendo dirigido por el Gobierno de Biden. Cuenta con el apoyo tanto de los demócratas como de los republicanos, los partidos gemelos de la élite gobernante capitalista.
En medio de las crecientes protestas en Estados Unidos e internacionalmente, ambos partidos se unieron para aprobar un proyecto de ley con un presupuesto masivo que Biden promulgó el fin de semana pasado para financiar la guerra entre Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, el genocidio en Gaza y el conflicto en desarrollo con China.
El corolario de la guerra imperialista global es el ataque vicioso a los derechos democráticos. El SEP está luchando por desarrollar un movimiento en la clase trabajadora, conectando la defensa de los derechos democráticos con la oposición a la guerra imperialista y al sistema de lucro capitalista.
Stein, una judía de 73 años, fue golpeada por un policía con una bicicleta mientras enganchaba sus brazos con estudiantes y otros manifestantes que se resistían a la campaña despejar el encampe de protesta contra el genocidio en la Universidad de Washington en St. Louis. Han estallado protestas en universidades de todo Estados Unidos e internacionalmente tras el violento intento del 18 de abril de desmantelar un encampe en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Stein y su equipo se encontraban entre los 100 arrestados en la protesta, que exigía a la Universidad de Washington que dejara de invertir en Boeing, una empresa contratista del Pentágono, y que boicoteara las instituciones israelíes. Su subdirectora de campaña, Kelly Merrill, fue arrojada violentamente al suelo por otro oficial antes de ser detenida. El director de campaña del Partido Verde, Jason Call, también fue arrestado y pasó 7 horas en la cárcel.
Los activistas del Partido Verde estaban en St. Louis para recolectar al menos 10.000 firmas de votantes registrados y superar los onerosos requisitos solo para aparecer en la boleta electoral en Missouri. El arresto de Stein es particularmente notable ya que, como se informó el mes pasado, los demócratas están librando una “guerra total” contra terceros partidos y candidatos independientes. Están gastando millones de dólares en un “ejército de abogados” dedicado a mantener cualquier alternativa a Biden y Donald Trump fuera de la boleta electoral.
Stein, quien enfrenta los absurdos cargos de intrusión y agresión a un policía, pasó seis horas en la cárcel antes de ser liberada. Dependiendo de la gravedad del cargo de asalto podría enfrentar entre 15 días de cárcel hasta 7 años de prisión.
“Hoy tengo las costillas muy adoloridas, voy a la sala de emergencias para ver si tengo una fractura de costilla porque estaban usando sus bicicletas como arma”, dijo Stein a NewsNation Prime el domingo. “Básicamente metiendo las manijas de la bicicleta en nuestro pecho y en mi caja torácica y tratando de botarnos. Me escapé de esa embestida y el oficial me dijo que lo estaba agrediendo, lo cual es absolutamente ridículo”.
Si tal ataque a una popular candidata presidencial de la oposición, Stein, quien obtuvo casi 1,5 millones de votos la última vez que se postuló en 2016, hubiera sucedido en China o Rusia, habría aparecido en la primera plana del New York Times, el Washington Post y otros periódicos. En cambio, la prensa lo trató como un incidente menor y lo ha olvidado rápido
El ataque a Stein y a los estudiantes de la Universidad de Washington es parte de una represión más amplia de las protestas estudiantiles contra el genocidio en Gaza dirigidas por la Administración de Biden y el Partido Demócrata, en colaboración con los cazadores de brujas fascistas del Partido Republicano.
Han insistido en que el asalto a los estudiantes y profesores que protestan pacíficamente es necesario para combatir un supuesto aumento del antisemitismo y para mantener el orden en las universidades. Como resultado, más de 900 personas han sido arrestadas en las últimas dos semanas de protestas universitarias.
El lunes, una delegación de demócratas del Congreso, que incluía al líder de la mayoría de la Cámara de Representantes Steny Hoyer y al líder de los juicios políticos contra Trump, Adam Schiff, envió una carta al Consejo Directivo de la Universidad de Columbia exigiendo que tomen medidas contra los estudiantes que protestan y que han desafiado los ataques de la policía.
Los demócratas afirmaron falsamente que el encampe había sido “un caldo de cultivo para ataques antisemitas contra estudiantes judíos”. Hicieron un llamado a los directivos de la universidad, que incluyen a multimillonarios de Wall Street y agentes del Partido Demócrata, a que tomen medidas decisivas o renuncien para dar paso a quienes lo hagan. “El tiempo para las negociaciones ha terminado, el tiempo para la acción es ahora”, amenaza la carta.
Esto sigue a la declaración del presidente Joe Biden de que este presunto antisemitismo “reprensible y peligroso… no tiene absolutamente ningún lugar en los campus universitarios, ni en ningún lugar de nuestro país”.
El arresto de Stein expone la “gran mentira” de la acusación de supuesto antisemitismo. Ella se encuentra entre los cientos de judíos que han sido detenidos en las últimas dos semanas por manifestarse contra el genocidio. Unos 300 miembros de Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz) fueron arrestados en Brooklyn la semana pasada mientras participaban en un séder de protesta frente a la casa del líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
Es necesario que la clase obrera intervenga para defender los derechos democráticos y exigir el fin de la represión de los estudiantes y otros que protestan por el genocidio de Gaza. Y los estudiantes deben recurrir a la clase trabajadora como la única fuerza social que tiene el poder de poner fin a la guerra.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 29 de abril de 2024)